¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✨Selena✨
—¿Puedo pasar? — tocó la puerta e ingresó a mi habitación.
Lo miré por unos segundos y seguí peinando mi cabello.
—No quiero irme, esperé que pasaran estos días pero quería aclarar las cosas — habla a mis espaldas.
—¿Alguna vez te dijeron que algo estaba mal con Nicolás? — pregunté sin verlo y peinando mi cabello.
No recibía respuesta, solo escuchaba sus pies moviéndose y su respiración pesada.
—Respóndeme.
—No, puedes revisar los papeles del veterinario, siempre los dejé en tu escritorio — respondió — ¿cómo podría hacerle algo a ese gato cuando mi hija lo quiere tanto? — pregunta un poco molesto— ¿Acaso crees...
Volteo a verlo y me pongo de pie — Te hice una pregunta y solo quería una respuesta, nada más.
Se pasó su mano por el rostro y suspiró — Selena...— me llamó irritado y molesto.
—Ve a dormir, quiero estar sola — digo acercándome a la puerta y la abro.
Mira la puerta y asiente — De verdad que lamento lo que pasa con ese gato, aunque no sea de mi agrado— dice acercándose a la puerta y posa su mano en la mía que está aferrada a la puerta — te amo y no quiero perderte— habla bajo y yo cierro la puerta de inmediato.
—Imbecil — digo entre dientes y me acerco a mi cama.
Me siento en el borde de la cama y tomo mi móvil.
Observé y una y otra vez la misma página web, el mismo perfil y en mi cabeza estaba la negativa.
Mi móvil empezó a vibrar y negué, no me sorprendía recibir llamadas de números no registrados, por estos últimos años se habían intensificado.
—Espero sea bueno — respondí al contestar.
La respuesta que recibí fue una risa.
—Pues yo creo que si — respondió y mi tensión desapareció— dijiste que llamarías pero paciencia no tengo y ganas me sobran— concluyó.
Bufé pero sonreí, directa y contundente.
—Aunque a veces la intensidad es mala consejera.
—Puede ser, pero a nosotras las mujeres nos encanta la intensidad, ¿no?, ¿qué sería de nuestra vida sin drama?— replicó animada.
—Estás animada.
—Mucho, últimamente todo me sale mejor de lo que yo pienso — un silencio se cuela en la llamada que ocasiona que yo quite el móvil de mi oído para verificar que no haya colgado — ¿quieres dar un paseo ahora? — pregunta.