¿Estarías dispuesta a ir a una subasta fuera de lo común?
¿Serías capaz de subastar tu cuerpo solo por un beneficio económico?
¿Qué serías capaz de hacer por salvar a tus padres?
Atención: Contenido Adulto ( escenas explicitas sexuales, agresión fís...
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✨SELENA✨
—Lo hice para ti, ¿te gusta mami? — me entrega un hoja blanca en la cual ha dibujado una casa y una flor.
Lo miro por unos segundos y le sonrio — Si, no está mal pero puedes mejorar — la observo — puedes ponerle un poco de césped para que no esté en el aire y un sol, nubes y otras cosas hija — ella me mira con atención y asiente.
—¿Me ayudas a hacerlo? — pregunta.
—Luego, primero sube a tu habitación para que te cambies de ropa y cenes.
—Pero...— al mirarla guarda silencio y asiente — bien, ahora voy — aún molesta camina hacia las escaleras.
La observo subir las escaleras hasta que desaparece de mi vista.
—Señora, su abuelo está aquí — escucho hablar a mi espalda.
Asiento— Dile que no hay nadie en casa.
—¿No me extrañas ni un poquito? — su voz.
—Déjanos solos, y para la próxima asegúrate de cerrar la puerta correctamente.
Me doy la vuelta para verlo y señalarle los sofás, seguramente Jane ya lo escucho así que no puedo echarlo inmediatamente.
—He hablado con tu marido — se quita los botones del saco para sentarse con la pierna cruzada — y no tiene decisión propia, siempre dice que tiene que hablar contigo. Incluso hasta los hombres los vuelves unos peleles...
—No, no pienso mandar a mi hija a ningún internado ni ponerle presiones absurdas, ni siquiera tiene diez años, es una niña que apenas está descubriendo que vegetales le gustan.
—¿Te escuchas?, ¡estás cometiendo un error!, ¡estás desperdiciando su potencial!— grita molesto.
—En mi casa no se levanta la voz, hazlo en la tuya — lo miro molesta — ¿quién te crees para venir a discutir como debo de criar a mi hija? — pregunté.
Niega — Siempre haces lo que quieres, mi plan era que te casaras con un hombre con el cual pudiera hacer negocios, no este imbécil que ni siquiera sabe vestirse bien — frunce el ceño.
—Yo nunca he hecho lo que quieres, además Alessandro fue un buen empleado tuyo, ¿no? — arquee una ceja.
—Es un imbécil lambiscon que cree que ya tiene el respeto de todos, pero solo sirve de bufón.
Arquee una ceja — De eso sabes mucho, ¿no?
Me mira molesto y sonríe — ¿Se te olvida que gracias a mi eres quien eres?
Lo miré por unos segundos — No se me olvida nada David, y nunca se me olvidará como me criaste, así que por ello hablo como hablo, aunque es absurdo que hables de eso.
