Capitulo 10

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Capitulo 10

Nuevo objetivo.

[Región de Paldea, Ciudad Leudal]

{En el futuro}

En su habitación, los primeros rayos solares atravesaron las persianas para despertar intencionalmente a Iono, estaba se levantó con pereza enrollada de muchas sábanas, se las quito, dio un bostezó y se dirigió al baño para cepillarse, sabiendo que estaría Adaman en su casa decidió peinarse y arreglarse el pelo para verse bien.

Cuando salió de la sala de baño, percibió en el aire un agradable olor que provenía del salón, donde dormía el jerarca, empezó a deducir lo que estaba pasando y se asustó.

— ¡No me digas que... — aquel olor era más familiar.

Cuando llegó a su salón, encima de la mesa del comedor se situaba un plato, encima de él una tostada y un huevo frito, a lado, había una nota para que ella la leyera.

— *impresionada*

Esta agarró la nota y empezó a leerla, lo cierto es que la caligrafía era muy buena.

~Buenos días líder, le he dejado su desayuno preparado para cuando se despertase, no se preocupe por mi, yo ya he desayunado, he salido a entrenar, en poco tiempo volveré, buen provecho ~.

Esta se quedó sin palabras, le impacto el hecho de descubrir que Adaman era una persona en forma. Pero también nacida para la cocina, porque ese plato olía que alimenta, y lo había hecho para ella.

La chica, pensativa, se sentó en su comedor mirando al techo.

— Increíble... — murmuró — ¿Ha madrugado para irse a entrenar y encima me ha hecho el desayuno...? — se preguntó desconcertada — ¿Pero de quien se supone que es la casa?

Cuando dio un mordisco a la tostada, sus ojos se estrellaron al haber sentido un sabor tan bueno como ese.

— "Esto está... riquísimo... ¿Que es lo que hace para que sepa tan bien? — se volvió a preguntar en su cabeza.

La chica volvió a mirar al techo, analizando lo que acababa de pasar, hacia mucho tiempo que no veía a una persona tan amable como Adaman, y esa sensación era muy desconcertante.

— Adaman... Así que es un chico fuerte... — sorprendida.

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En los límites de la ciudad, se encontraba corriendo con su prenda de ropa (un saco azul) amarrado a su cintura un jerarca junto a un Pokémon singular y un Gligar, que le seguían el ritmo a la misma velocidad.

Luego de unas horas de esfuerzo, Adaman relajo los músculos y se detuvo lentamente, inspirando y espirando causa del cansancio de tanto correr, hacia mucha calor y con eso más sudor y temperatura.

— ¿Agua? — le ofreció Celebi una botella de agua.

— Por favor — aceptó Adaman.

El Pokémon le presto la botella a su compañero, este le agradeció y bebió la mitad que había en ella.

— Tú también deberías beber agua — le ofreció la misma botella a Gligar.

Este no tenía nada más que hacer que aceptar, y eso fue lo que hizo.
Con un trapo, Adaman se seco todo el sudor de su cara, luego de haber hecho eso preguntó lo siguiente a su guía de aventura.

𝗣𝗼𝗸é𝗺𝗼𝗻: 𝐅𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨 𝐈𝐧𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora