||La imagenes originales de la portada no me pertenecen ni tampoco ninguna que aparezca en la historia||
||La portada sí que está editada por mi cuenta||
Basada en la franquicia de The Pokémon Company, de ahí provienen todos los personajes. [Game F...
Del Charizard se bajó el entrenador más fuerte del mundo, proveniente de Pueblo Paleta, Red había llegado para matar de una vez por todas al general, él solo, en aquel edificio, a punto de derrumbarse. Iba a vengarlos, a todos los que murieron.
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— ¡Vaya vaya, tú sí que tienes agallas poniéndome en esta situación! "Ya veo, estoy en un problema" — pensó N, acorralado.
Con la persecución al rededor del edificio donde el mismo general estaba acorralado Kyurem se detuvo al sentir la sensación de peligro, su entrenador estaba en problemas.
— "¿Se retira? Acaso están atacando a su general?" — pensó Celebi, huyendo.
— ¡Hermano, da la vuelta, da la vuelta!
— ¿¡Y porque?! — preguntó tenso.
— ¡Red está ahí, debemos salvarlo! — dijo la castaña, preocupada.
— ...
— ¿N-nate?
— Me dijo que no hiciera nada... tuve que prometérselo...
— ... .. ¿Qué?
Nate, con ganas de llorar, pero con la determinación suficiente para no hacerlo, volteó su cabeza para ver el rostro deprimido de su hermana.
— Rosa, siento mucho decírtelo... pero...
— ¿Pero!?
— Red no ha venido para escapar con nosotros, el ha venido por una decisión que tomó...
— ¿A qué te refieres...? — con lágrimas en su rostro — Que intentas decir..?!
— ... Red no vino para regresar... vino para quedarse, me dijo que mantuviera la promesa, es la única manera... es la única manera para ganar esta batalla... o para sobrevivirla....
Ahí Rosa lo entendió, Red no vino para dar más apoyo, estaba dispuesto a morir junto al general en aquel edificio, en pocas palabras, iba a sacrificarse, por la ciudad, por Adaman, por todos.
— ¡P-pero-
— No hay marcha atrás... — llorando en silencio, mirando hacia delante.
La hermana castaña no se aguantó las ganas y empezó a llorar desconsoladamente juntando su frente con la espalda de su hermano, mientras sus lágrimas caían en el rostro del desolado jerarca.
Celebi, con los ojos cerrados, triste por el sacrificio del entrenador, miró una última vez hacia el edificio.
Y finalmente, le dedicó una frase, al entrenador más fuerte del mundo. Que quedaría en el Hall de la Fama por siempre.