Capítulo 27

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Capítulo 27

La confesión inevitable

[Región de Galar, Área Silvestre]

{En el futuro}

Narrador neutral:

Aoi y Arven, entrenadores provenientes de Paldea, aterrizaron en la estación del Área Sdilvestre de Galar con sus Kilowattrel para a que continuación ir en busca de Zapdos de Galar, que se encontraba rondando por esa área a sus anchas.

Más temprano que tarde se dieron cuenta de que el Area silvestre era muy grande y que habían muchos entrenadores cansados resguardándose en tiendas de campaña, era de noche y no había rastro del legendario, al menos por ahora.

— Este lugar es enorme — decía Aoi.

— Y aquí se supone que está el ave legendaria, con tanto espacio será imposible capturarla... — dijo Arven rascándose la cabeza.

— Eso explica porque hay tantos entrenadores agotados, ¿habrá que correr mucho...? —.

— Es lo más probable, pero dudo que nosotros dos sin la ayuda de nadie más vayamos a poder atraparlo... — dijo Arven.

— No puedes dudar de algo tan obvio — dijo una voz que ellos dos no conocían.

Los dos entrenadores se voltearon y vieron por primera vez a una chica pelinegra que por muy poco era más alta que Aoi, tenía un vestido rosa y una chaqueta negra, aparte de sus coletas que le recogían el pelo azabache que tenía.

— Todos los entrenadores de la área han regresado a sus puntos de encuentro, por lo que he visto, todos se reúnen en grupos de tres o cuatro, de esa cantidad de personas en cada grupo deberían haber probado al plan para detener la velocidad de Zap...

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— Todos los entrenadores de la área han regresado a sus puntos de encuentro, por lo que he visto, todos se reúnen en grupos de tres o cuatro, de esa cantidad de personas en cada grupo deberían haber probado al plan para detener la velocidad de Zapdos, rodeándolo, engañándolo, despistandolo, y ninguna de esas opciones ha surtido efecto en él, y según estoy viendo sois dos personas, solos no vais a poder capturarlo — decía la chica pelinegra, con la mirada baja y una mano en su mentón.

Por el lado de Aoi, la chica castaña admiró la forma increíble que tenía la entrenadora para analizar todo lo que sucedía. Mientras que Arven estaba un poco confundido. Por lo que este intento preguntar.

— Em... entiendo que sea mala idea pero... ¿como te llamas?

— No tengo porque decirte mi nombre, no nos conocemos y no tengo el tiempo de hacerlo — sería.

— Vale... ya me ha quedado claro... — con una gota de sudor.

— Y que pretendes hacer, tú no estás cansada ni nada por el estilo, ¿¿vas a ayudarnos?? — preguntó Aoi.

𝗣𝗼𝗸é𝗺𝗼𝗻: 𝐅𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨 𝐈𝐧𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora