𝗣𝗼𝗸é𝗺𝗼𝗻: 𝐅𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨 𝐈𝐧𝐜𝐢𝐞𝐫𝐭𝐨

Capítulo 48

Capítulo 48

Rumbo a Unova

[Región de Paldea, Ciudad Leudal]

{En el futuro}

Narra Adaman:

Empieza un nuevo día, todos amanecimos y empezamos a turnarnos para ducharnos, al mediodía íbamos a dirigirnos al aeropuerto, pero para eso necesitábamos tiempo para preparar todo nuestro equipaje y todo lo que íbamos a llevar.

Vi y saludé a Carola, no alcancé a verla la noche anterior antes de dormirme cuando llegó.

Pues bien, el día comenzó mal, porque tan solo bañarme y Celebi empezó a hacer de sus estupideces: Me puso el agua fría al mínimo, y con eso estaba congelada.

— ¡CEBOLLA DE MIERDA! — grité.

— ¡JA JA! Jodete jerarca!!— se fue levitando.

Al salir del cuarto de baño tuvo que perdonarse, porque de esa manera le perdone la vida antes de pegarle un puñetazo. Irida nos observaba, con una gota al estilo anime en su cabeza.

Todos ordenaban sus maletas, llenas de vestimentas, dinero y objetos para Pokémon, Irida, Celebi y yo habíamos elegido la mejor mansión posible, y la más recomendada para nosotros. Espero que tengamos razón.

Cuando ordenaba mis cosas junto a todos los demás en el salón principal, mi mirada se cruzó accidentalmente con la de Iono, esta me saludó tímidamente.

Respecto a lo de ayer, Iono y yo estábamos intentando olvidar lo que pasó la noche anterior, como si nunca hubiera pasado. Respecto a Celebi él no tardó en darse cuenta leyéndo nuestras mentes, y de eso hablamos en la cocina.

— ¿Como que os besasteis...? — incrédulo — ¿Os habéis besado?

— "No lo digas tan alto, recuerda que Irida ahora también te puede escuchar" — le dije mientras me comía una manzana.

— Para empezar, el beso no me importa, era inevitable verte besarte con alguien después de haber tenido 18 esposas así que yo mantendré la calma, ¿pero porque no quieres que Irida lo sepa? — preguntó el Pokémon singular.

— "¿En serio preguntas eso?" — molesto — "Irida está muy insistente con que no consiga otra novia porque según ella rompo muchos corazones"

— Bueno, yo la creería, has tenido 18 esposas.

—" ¿Puedes parar de decir eso? — con una vena en la frente — No paras de repetirlo..."

— Adaman — dijo Irida.

— !!! — me asustó y me doy la vuelta — Ey Irida jeje, buenos días — tratando de disimular con una sonrisa falsa.

Creo que algo anda mal, porque me está mirando de forma muy seria y sospechosa, de brazos cruzados.

— ¿De que hablabas con Celebi?

— ¡De nada! Nada... solo hablamos de lo malas que están las cebollas, ¿tú no piensas lo mismo? — dije, lanzándole una indirecta a Celebi que lo hizo enojar.

— Tu ya sabes que no me gustan las cebollas...

— Pues eso.

— ¿Seguro que no hablabais de algo más serio? — sospechosa.

— Si, hablamos de lo poliamoroso que es Ada-

— ¡YA CÁLLATE! — tapando la boca de Celebi con una mano.