||La imagenes originales de la portada no me pertenecen ni tampoco ninguna que aparezca en la historia||
||La portada sí que está editada por mi cuenta||
Basada en la franquicia de The Pokémon Company, de ahí provienen todos los personajes. [Game F...
En los límites de la cápsula ígnea, que tenía atrapado a todo el Elíseo Baldío, se hallaba una chica peliturquesa, que no superaba los diecisiete años, sentada inconsciente con las manos en el suelo, apoyada a una roca con un sangrado en la cabeza, como si alguien la hubiera pateado. Tenía el símbolo de un diamante en su ropa.
Nada más ni nada menos que Calem el entrenador que estaba delante de ella, la miraba con seriedad y con un poco de odio. El Greninja que lo acompañaba, con una mirada y aura siniestra, agarraba un Kunai manchado de sangre.
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— ...
Calem, luego de unos largos segundos viendo el cuerpo de la niña, decidió romper el silencio con una orden.
— ... ... Tajo Umbri-
— ¡Joya de Luz! — gritó una voz masculina.
Pero, de repente, aparece un Probopass, disparando láseres a atreves de las rocas que hizo levitar a su alrededor.
Los láseres se acercaban a Calem, este, tranquilo, espero a recibir el ataque, porque su Greninja actuó para protegerlo y usó sus Kunai acuáticos para repeler los rayos que se acercaron.
— ...
Luego de que se apartase el humo, Calem pudo ver quien le había atacado, a parte de un Probopass.
La única figura que pudo ver fue a un Kieran aterrorizado, con una herida tapada por su mano que no paraba de derramar ese líquido de un vivo color carmesí al que todos llamamos sangre.
Su mirada incrédula expresaba confusión y temor, por obvios motivos.
— ...
— *respira agitadamente*
— ...
— Calem... ¿Calem que haces? — incrédulo y cansado — ¿Quién es esa niña?
— No te incumbe, seamos realistas — contestó directo.
— ¿Eh?
— No conoces a esa niña, no entiendes la situación, y lo más importante, no me conoces como tu piensas que lo haces, tú no tienes nada que aportar a esta situación.
El viento cálido chocaba constantemente contra las pieles de los dos entrenadores.
— ¿Q-que? — dijo Kieran, incrédulo — Pero que dices *tose* a que te refie-
— Sin embargo, creo que es mi culpa, fui yo quien te incitó a seguirme hasta aquí... vaya falta de impremeditación — dijo.
— Calem, no entiendo a qué estás jugando, pero algo dentro de mí me hace estar seguro de que fuiste tú quien hirió a esa niña... — dijo Kieran.
