~𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒓𝒕𝒚 𝒇𝒐𝒖𝒓~

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𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒉𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒅𝒐 𝒂 𝒎𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒚 𝒂𝒏𝒊𝒎𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐 𝒔𝒆 𝒗𝒆𝒏𝒊𝒂 𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐, 𝒆𝒍𝒆𝒈𝒊𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒖𝒅𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝒐𝒕𝒓𝒐 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓

Vivian Coleman Ford

Alzes vista encontrandome con Daryl mirándome fríamente, sin preocupase en preguntarme si estaba bien.

-¿¡Que hace el aquí!?- grite con las lagrimas en mis mejillas mientras apuntaba a la puerta que era golpeada.

-¡Si no sabes tu mucho menos yo!- me grito enojado, este era el momento menos indicado para estar enojado sin razón.

Me quedé en un rincón de la habitación llorando en silencio, ¿porque estaba vivo? ¿cómo esque los cocodrilos no lo habían matado?

¡Mierda! ¡A eso se refería la mujer de mi alucinación! ¡Se refería a que el hombre de Terminius estaba vivo! ¡Y venía por mi!

La puerta se abrio de golpe, dejando ver al hombre de Terminius.

Retrocedi asustada mientras Daryl apuntaba con su arma a los dos, Daryl se puso enfrente mío mientras yo le rogaba a todos los Dioses que me sacaran de ahí.

-Hola Vivian- saludo el hombre con una sonrisa diabólica en su rostro- ¿Volvemos a repetir? Esta vez será mucho peor que antes, ya que me dejaste solo con dos puntos cocodrilos que casi matan- dijo con una sornisa asquerosa.

Oh admítelo, tu sabes que te gustan las niñas pequeñas.

Llore aún más al oír aquello, me escondi detrás de Daryl mientras veía como dos personas más entraban a la habitación.

-Alejate de ella- advirtió Daryl apuntandolos con su arma, mire a todos lados buscando alguna salida.

-David, ve por ella- dijo uno de los hombres mientras me señalaba, entonses me asusté y vi como los otros dos iban hacia Daryl y empezaron a golpearlo.

Grite con todas mis fuerzas cuando el tipo de Terminius me agarro del cabello, forsejee bastante mientras trataba de clavarle mi daga pero era imposible.

-¡Daryl no!- grite cuando uno de los hombres clavó su cuchillo en las pierna del menor de los Dixon haciendo que este soltara un jadeo de dolor.

-¡No, no, nooooo!- grite cuando una de las manos del hombre toco mi pecho, las lagrimas me impedían ver con normalidad- ¡No, basta, detente porfavor!- grite mientras me movía, pero entonses me estrelló contra una pared, mi labio no tardó en sangrar pero no me importo, solo me importaba quitarme al hijo de puta de ensima y ayudar a Daryl.

ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora