ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏

~𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙪𝙣𝙙𝙧𝙚𝙙 𝙩𝙝𝙞𝙧𝙩𝙮 𝙨𝙞𝙭~

𝘌𝘭 𝘢𝘴𝘦𝘴𝘪𝘯𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘦 𝘮𝘢́𝘴 𝘥𝘦 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘱𝘰𝘦𝘵𝘢

Vivian Coleman Ford

Todos estaban dormidos, me encontraba sentada y mirando a Carl, quien estaba dormido, Asher estaba a su lado, le agradecía infinitamente a Asher como cuidaba a Carl, pues la mayoría lo veía como un peligro.

Mis ojos azules lo veían, lo extrañaba, joder, lo extrañaba bastante, pero según Rick tenia que esperar para que se calmara y pudiera aclarar su mente.

Cada vez me siento más desesperada, es como una tortura estar lejos de Carl, pero por su bien y por el mío, debía de ser así.

Carl se despertó, su mirada se posó en la mía, por lo que la aparte rápidamente, lo último que quería ahora mismo eran sus insultos o que intentara matarme, aún me duelen las palmas de las manos después de la caída que me causó hace unas horas.

-Tu estas tratando de ayudarme...¿Verdad?- pregunto de la nada, lo mire y trague saliva.

-Si...- respondí mirándolo, mis ojos azules lo miraban fijamente, como si quisiera ver hasta el fondo de su alma.

Carl se quedó en silencio por un momento, sus cejas estaban arrugadas y sus labios estaban fruncidos, parecía confundido y asustado.

Parecía como si fueran dos personas diferentes en el mismo cuerpo, una que trataba de recordar, asustado, y la otra que me quería matar, completamente cegado por el odio irracional que sentía hacia mi.

De repente, me miro enojado.

-¿Por que? ¿Para hacerme creer que eres buena? ¿Así como lo has hecho con todos? Los has engañado- dijo enojado.

Abri mi boca incrédula ante su repentina acusación, pero la cerré y mire hacia otro lado, pues no tenía caso discutir con el, para el siempre iba a ser la mala.

-Las cosas no son como tú piensas....- dije mirando al frente, podía sentir su mirada penetrante sobre mi.

Carl soltó un bufido y luego una risa sarcástica, relami mis labios.

-Claro, con tu carita de niña buena pudiste convencer a todos de que eras una pobre niña inocente, pero a mi no, yo ya se que eres y que es lo que quieres- dijo el castaño enojado mientras me miraba, se acercó un poco a mi, pero yo ya estaba bastante asustada de el, así que retrocedi un poco, y lo mire- Quieres matar a mi familia, queires matarnos a todos y volverte parte de los Salvadores- dijo.