~𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙪𝙣𝙙𝙧𝙚𝙙 𝙛𝙞𝙛𝙩𝙮 𝙚𝙞𝙜𝙝𝙩~

418 51 22
                                    

𝘗𝘰𝘥𝘳𝘪́𝘢𝘴 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳 𝘤𝘪𝘦𝘯 𝘷𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘺 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘮𝘦𝘳𝘦𝘤𝘦𝘳 𝘢 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘤𝘩𝘰...

Vivian Coleman Ford

Una vez encerrada en mi habitación, deje las cosas en mi nochero, y agarre el aparato que tenia para ver videos, lo acomode y me senté en la orilla de mi cama mientras esté se reproducía.

En el video se veía a Carl, sentado en una silla, estaba amarrado, lleno de golpes, cortes y sangre por todos lados.

Automáticamente me acerque un poco más al aparato mientras mis ojos se abrían un poco más.

-Es mejor que se rindan- dijo Carl, con su ojo lloroso y rojo, estaba despeinado, sin su sombrero...El adoraba ese sombrero...

Tenía un labio roto, su mejilla estaba morada y su rostro estaba hinchado.

Quise llorar.

-Ellos les doblan de cantidad. Ellos tienen mas armas que ustedes, es mejor cerrar una guerra que no podrán ganar- dijo Carl, mis ojos estaban cristalizados, se veía terrible, ¿que fue lo que le hicieron?

El no se merecía eso....

-No querrán...- su voz se corto, trago saliva, atrás de él habían dos Salvadores, pero no podía verles el rostro debido a que el video se enfocaba sobre todo en Carl y estaba en una dirección que no me dejaba ver que había atrás de él- No querrán que me maten, ¿verdad?- pregunto, con la voz temblorosa y quebrada.

Mis ojos, ya llenos de lagrimas, ardían, lo utilizaron como un maldito objeto solo para que nos rindieramos....Lo torturaron solo para que nosotros dejáramos de pelear contra ellos.

De repente, Carl se movió bruscamente en la silla, haciendo que yo diera un brinco del susto.

-¡ESTAN EN TODOS LADOS! ¡ESTAN VIGILANDOLOS!- grito como loco mientras se movia en la silla.

La cámara cayó hacia abajo, dejando que solo viera el piso, pasos y un fuerte golpe junto con muchos más...

Y lo vi...

Su liquido rojo manchando el piso....

El video acabo.

Solte un sollozo mientras escondía mi rostro en una almohada, grite tan fuerte como pude contra la almohada,  no era justo, no era justo y nunca me voy a cansar de repetir que no era justo.

ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora