~𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙪𝙣𝙙𝙧𝙚𝙙 𝙖𝙣𝙙 𝙚𝙡𝙚𝙫𝙚𝙣~

972 74 86
                                    

𝘏𝘢𝘤𝘪𝘦́𝘯𝘥𝘰𝘭𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘢𝘮𝘰𝘳

Carl Grimes

Al oír se grito, esa voz, y ese nombre, todo el peso del mundo me cayó encima, dejé caer el rifle mientras empezaba a entrar en pánico, quería pensar que no era cierto, que me había equivocado, y aunque en otras circunstancias me hubiera gustado que fuera Vivian, ahora no, no cuando probablemente la haya matado.

Baje corriendo la torre de vigilancia mientras gritaba.

-¡No, no, no, no, no!- gritaba mientras abría las puerta por mi propia cuenta, milagrosamente estas abrieron fácilmente, salí corriendo, ya que las sombras de lo que yo pensé que eran caminantes estaban prácticamente enfrente de Alexandria, solo que en otra esquina, corri con todas mis fuerzas y con toda la rapidez que me quedaba mientras una mano sostenía mi sombrero para que este no cayera al piso- ¡MICHONNE, MATE A ALGUIEN, PROBABLEMENTE A VIVIAN!- grite a todo pulmón, llamando la atención de la Morena que hablaba junto a mi padre, quienes me miraron confundidos, pero vinieron detrás mío, o bueno, corrieron, porque yo ya había salido de Alexandria.

La desesperación y miedo eran la principal sensación en mi cuerpo, el miedo de haberle disparado a la chica que amaba, y la desesperación de pensar que tal vez era ella y que nos íbamos a volver a ver, eso me hacía confundir todos los sentimientos.

"¡Maldito estupido, mataste a tu novia!" Me regaño mi subconsciente.

Pensé que era un camiante"

Damas y caballeros, esa no era un caminante.

Frene en seco al llegar a el lugar y ver a dos figuras paradas frente a mi, solo que una de ellas iba claramente inconsciente, mientras que la figura más alta tenía uno de los brazos de la persona sobre sus hombros e intentaba mantenerla parada...¿O despierta?....

-¿Vivian?....- inquiri, estaba amaneciendo, por lo que no se podía ver bien, la poca luz que había me hacía poder ver un cabello rojizo...

La mujer que llevaba en sus hombros a la que parecía ser Vivian se giró, y por un momento, entendí muchas cosas, todo hizo clic, todo funciono, todo empezó a cuadrar, cada pieza incompleta, cada rompecabezas sin resolver, todas las piezas sin cuadrar se unieron.

Era como si hubiera encontrado la pieza faltante de un puzle, uno que no paraba de crear más piezas.

Carol me miraba preocupada, porque ella también había escapado, ella también estaba descubierta.

ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora