~𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙪𝙣𝙙𝙧𝙚𝙙 𝙛𝙞𝙛𝙩𝙮~

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𝘌𝘭 𝘮𝘰𝘳𝘪𝘳𝘪𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭𝘭𝘢.

𝘠 𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘮𝘢𝘵𝘢𝘳𝘪𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭.

Vivian Coleman Ford

Estaba en la sala de mi casa, estaba leyendo un libro, la casa estaba en silencio, como siempre, Carl estaba encerrado en su habitación, como siempre, Rick estaba saliendo últimamente con Daryl para arreglar unos asuntos sobre Negan, Michonne no se donde se metía.

Y Judith estaba en Hilltop ya que tenerla aquí era demasiado peligroso.

Asher había dicho que hablaría con Lilith, no se su lo hizo, pero espero que si.

Alze mi mirada cuando escuche un ruido en la escalera, la baje inmediatamente cuando vi a Carl, reze mentalmente para que no fuera a intentar nada, pues estábamos solos, y Carl nunca perdía oportunidad para querer matarme.

Pero también me sentía mal por lo que le dije hace dos días, no quise decirle eso, y tampoco era verdad lo que dije. El no era un Salvador. Solo era un niño al que le hicieron cosas terribles....

Alze mi mirada algo nerviosa y vi la espalda de Carl frente al mesón de la cocina, lo analize detenidamente, llevaba una camisa de manga corta y un jean azul, su espalda ancha, y sus brazos gruesos se marcaban y se podían ver por lo que la camisa era de manga corta.

Mordí mi labio, esto era una tortura, quiero besarlo y no puedo.

-Fuerza Vivian- me dije a mi misma, Carl se dio la vuelta y inmediatamente giré mi cabeza y seguí leyendo el libro.

Sentí su fría y odiosa mirada sobre mi cuerpo, me aguante las ganas de alzar la mirada, pues eso haría que el se enojara.

Había aprendido algo durante estos momentos que cuando Carl estaba enojado no le gustaba que lo mirasen fijamente, ¿porqué razón? Ni idea, pero tal vez solo pasaba conmigo.

Escuche un ruido afuera, mire por la ventana, y me sorprendió ver como Carl alargaba su cuello como jirafa para poder ver también, sonreí inconscientemente cuando vi que las puertas de Alexandria estaban siendo abiertas.

Y vi un auto entrar, y pude diferenciar a dos personas bastantes conocidas, Ron y Enid.

Sonreí felizmente mientras caminaba hacia la puerta, salí de la casa, y Carl venía detrás demi, llegue a donde el grupo estaba, me acerque a Ron, este me miró con una sonrisa.

-Rubio....- dije acercándome a el, el me abrazo con fuerza, haciendo que mis piernas quedarán algo alzadas y la punta de mis zapatos apenas y rozara el suelo.

ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora