~𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙪𝙣𝙙𝙧𝙚𝙙 𝙛𝙞𝙛𝙩𝙮 𝙨𝙚𝙫𝙚𝙣~

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𝘠 𝘴𝘶𝘱𝘰𝘯𝘨𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘦𝘹𝘵𝘳𝘢𝘯̃𝘢𝘳𝘦
𝘈𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘩𝘢 𝘪𝘥𝘰....

Vivian Coleman Ford

Daryl me miró incrédulo por mi petición, sonaba masoquista, lo , pero...Quiero verlo...

Aunque claramente sin que me vea.

Me duele demasiado el cuello, el dolor de alguna forma me es familiar, no es la primera vez que me intenta estrangular, me sentía débil y cansada, y podía apostar que no iba a salir de la habitación en varias semanas.

-Porfavor....- rogué con la voz ronca y rasposa, pude verme por un pequeño espejo de la enfermería y sentí pena por mi misma, despeinada, con un collarín en el cuello, mis ojos estaban inyectados en sangre, llevaba la ropa de la enfermería, la misma que llevaba Carl, solo que la mía consistía en un pantalón blanco de pijama y una especie de vestido, o camiseta blanca demasiado holgada.

Daryl me miró indeciso...

-Desde afuera- dijo, asenti.

El ballestero me ayudo a parar, y me llevo a la habitación donde estaba Carl, me acerque lentamente a la ventana, escuchando los gritos desesperados de aquel chico que tanto amo y que hace tan solo unos minutos quizo estrangularme por segunda vez....

Me acerque a la ventana con una mirada indescifrable, la cuál se borro en cuanto vi la escena frente a mi y se convirtió en una mirada llena de dolor y tristeza.

Mire aterrada como Carl esta amarrado a la camilla, tenía las manos amarradas a la camilla, y también esaba amarrado de su abdomen sin lastimarse, estaba gritando como loco de una forma aterradora mientras pataleaba y se movia desesperadamente en la camilla, queriendo soltarse de los amarres....

Y ella lo extrañara.
Aunque el realmente no se ha ido.

Me acerque a la ventana aún más mientras mis ojos azules, rojos por lo que paso, observaban con conmoción la escena, se sentía horrible...Ver al amor de mi vida ahí...Queriendo matarme...

Las cosas son diferentes.

Trague saliva mientras miraba como dejaba de moverse en la cama salvajemente, pero seguía gritando, y caía exhausto a la camilla...

Desde que se reencontraron...

Sin poder evitarlo, lleve una mano a mi boca, y la cubri, ya lo había visto una vez, y se sintió peor la primera vez, pero estaba destrozada, cerré mis ojos, dejando que las lágrimas cayeran lentamente por mis mejillas, baje lentamente mi mano mientras volvía a abrir mis ojos.

ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora