ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏

~𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙪𝙣𝙙𝙧𝙚𝙙 𝙨𝙞𝙭𝙩𝙮 𝙨𝙞𝙭~

𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘩𝘢𝘣𝘦𝘳 𝘴𝘪𝘥𝘰 𝘵𝘶 𝘤𝘳𝘪𝘮𝘦𝘯 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳𝘪𝘵𝘰...

Vivian Coleman Ford

Estaba entre las instalaciones del Santaurio junto a Asher, todos tuvimos que separarnos para poder escapar ilesos ya que si seguíamos en grupo nos atraparian más fácil.

-¡Cuidado!- grito Asher, me jalo del brazo y nos tiro al piso a ambos, poco después, una enorme cantidad de balas sonaron en mis oídos y sentí la ráfaga de aire cerca mío cuando pasaron cerca mío.

Una vez que paro de escucharse aquello, levante solo un poco mi cabeza aún tirada en el piso y mire todo con la respiración agitada.

-¿De donde vino eso?- pregunte claramente confundida, nos levantamos del suelo y comenzamos a caminar con cuidado por los pasillos, justamente cuando íbamos a salir a las rejas y trepar por ellas para salir al bosque, una voz nos lo impidió.

-Camille, Camille, Camille- dijo aquella voz que tanto odiaba en estos momentos, frunci mis cejas, el no estaba aquí con nosotros, su voz se escuchaba por todo el lugar, comí si estuviera hablando en vivo y en directo- Me encanta tu persistencia. Apesar de que sabes que puedo destruir tu mundo en tan solo segundos- dijo.

Mire a Asher con mis cejas arrugadas, el también estaba igual.

-¿De donde diablos viene la voz?- exclamó Asher mientras alzaba el rifle y apuntaba hacia todas las direcciones posibles.

-Porfavor niño, bajo ese rifle- dijo Negan con voz burlona.

Mire hacia arriba cuando una idea me llegó a la cabeza.

-Nos está viendo....- le susurre a Asher mientras me acercaba sigilosamente a el, si Negan nos estaba viendo, todos corrimos un grave peligro.

Asher miró hacia las paredes detenidamente.

-¿¡Hace cuanto nos estas viendo grandisimo imbecil!?- grite enojada, lo odiaba con cada partícula de mi ser, estaba acabando conmigo. Pero yo también podía acabar con el. El conocía mis debilidades. Pero yo conocía a su única debilidad.

La risa de Negan resonó por todo el pasillo.

-Joder, este hombre es tétrico- exclamó el rubio a mi lado, estábamos el uno al lado del otro, su espalda estaba pegada a la mía.