~𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙤𝙣𝙚 𝙝𝙪𝙣𝙙𝙧𝙚𝙙 𝙖𝙣𝙙 𝙛𝙤𝙪𝙧𝙩𝙚𝙚𝙣~

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𝘚𝘰𝘭𝘰 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘢𝘣𝘦 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘵𝘪 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘦

Narrador omnisciente

La joven Coleman estana recostada sobre una camilla, una venda yacia sobre su abdomen, la pelirroja estaba inconsciente, Carol había tratado de detener el sangrado mientras llegaban de regreso a Hilltop.

Habían logrado detener el sangrado cuando llegó a Hilltop, y milagrosamente, lograron salvar al bebé, que no era un bebé....

Eran dos....

Eran mellizos...

Carol se encontraba en la enfermería, ella era la encargada de cuidar de Vivian, ya que no dejaba que nadie más lo hiciera, de repente, Benjamin, el hermano de Henry llegó corriendo agitado frente a la mujer.

-Carol, hay un chico que dice que te busca, y que busca también a Vivian- dijo Benjamin una vez que recupero el aliento.

-Dile que no hay nadie que se llame Carol y tampoco ningúna Vivian- fue lo único que dijo la mujer, causando que el pecoso frunciera sus cejas.

-¿Que? ¡Ustedes se llaman Carol y Vivian!- apunto a la mujer y a la pelirroja que se encontraba en la cama- ¿Por que diría que no?- inquirio cruzándose de brazos.

Carol lo miro de forma asesina por su terquedad, el no entendía la situación.

-Porque si no vas a aparecer atado a un árbol con mil caminantes a tu alrededor- amenazó mirándolo mal, pero a el no le dio miedo, y si le dio entonces no lo demostró.

-Mira, le diría que no, pero ese chico sabe perfectamente que ustedes están aquí, ¿cómo? No , pero lo primero que dijo cuando llegó fue "Traigan a Vivian y a Carol, díganles que ya se donde están y que quiero hablar seriamente con ellas antes de que las mate"- repitió lo que le había dicho un joven moreno, que lucía sucio y cansado, como si hubiera estado deambulando por semanas.

Carol suspiro irritada pero no dijo nada, ahora fue el quien dio un suspiro de irritación.

-Bien, pero ten en cuenta que el no me va a creer y las va a buscar- Benjamin salió de la habitación en la que se encontraban ambas mujeres, dentro de cinco minutos, se escucharon golpes y forcejeos, llamando la atención de la mujer Peletier- ¡No hay nadie que se llame así!- se escuchó la voz de Benjamin, poco después, la puerta se abrió de golpe y la cerraron de la misma forma, la figura masculina le hecho seguro a la puerta y se giró, mirando con una mirada que no se podría descifrar a Carol.

-¿Tu que haces aquí?- exclamo Carol levantándose de su silla y mirándolo con incredulidad, ¿como había llegado el hasta ahí y como supo de su paradero?

ALONNE 2: 𝑬𝒍 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒐 𝒅𝒆 𝑽𝒊𝒗𝒊𝒂𝒏 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora