ansiedad

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Cosme sabía que Luis se estaba haciendo el duro. Que no lloraba delante de ellos pero que cuando se quedaba solo lo soltaba todo.

Se guardaba su dolor para no hacer sufrir a los demás. Por eso sabía que en el momento en el que lo dejó solo con su hija cuando había ido a por un café, Luis se derrumbó.

Aún así, Luis no se había desahogado. Había muchas cosas que quería decir, gritar.

Quería contar que, aunque la gente le decía que se pondría bien, el sabía que no lo haría.

Quería decir que seguía enamorado de ella, que seguía queriendola como el primer día y se arrepiente de todo lo que pasó entre ellos.

Todo eso es lo que Cosme quería que Luis soltara,que se desahogara con el. Por eso, cuando amaia le dijo que había ido a tomar el aire, vio ese un buen momento para acercarse a él y hacerle ver que él le apoyaba. Siempre lo hizo.

- Amaia me ha dicho que estabas aquí - dijo el catalán ofreciendole el café. El gallego lo aceptó e hizo el amago de sacar su dinero para pagarle pero Cosme le paró. - no te preocupes. A esta invito yo

a Luis no le gustaba eso pero tuvo que aceptar porque no tenía ni ganas ni fuerzas para reproches.

Cosme tenía muchas preguntas que hacerle, pero prefirió guardarselas para otro momento y hacerle la pregunta más importante

-¿Ha pasado algo el tiempo que has estado con ella?

el gallego negó y suspiró al recordar que amaia estaba alli, probablemente rota y sin separarse de ella en ningún momento.

Y otra vez sintió como la ansiedad corría por su sangre apoderándose de él y haciendole tirar fuerte de su pelo en un intento de calmarse.

Encontró la forma de hacerlo en el paquete de cigarros que tenía en el bolsillo.

Sacó uno y después de encenderlo, se lo metió en la boca haciendo que un poco de humo se dirigiera a sus pulmones y la otra parte la expulsara de su cuerpo.

Cosme ya había notado la ansiedad en luis. Se le veía en la cara. Pero nunca le había visto como hoy.

-¿Desde cuando la tienes? - sin especificar el que, luis ya sabía a qué se refería su ex suegro con esa pregunta
.
-desde que me enteré, hace una semana

- y ¿has ido al medico a que te vean? Quizás pueden mandarte pastillas o algo

Luis expulsó el humo y negó con la cabeza

- he encontrado otras formas con las que lidiar con ella

Cosme sabía que Luis se refería al tabaco y, muy probablemente, al alcohol.

- a Aitana nunca le gustó que fumaras. Siempre me decía que no se podía poner tu ropa algunas veces porque olía a tabaco.

a pesar de la situación, a cosme se le añadió una sonrisa en la cara y, a Luis, lo más parecido a una mueca de sonrisa leve que han podido ver en este tiempo

- ya lo sé. Siempre me regañaba cada vez que me veía fumando. Pero lo empecé a dejar por ella

cosme sabía eso. Nunca se le va a olvidar la cara de su hija cuando hacian videollamadas y ella le contaba que Luis lo estaba dejando

- y en este tiempo ¿has estado fumando?

Luis suspiró y tiró el cigarro ya acabado al suelo

-sólo cuando era necesario

-y ¿ahora lo ves necesario?

a Luis realmente le gustaría decir que no, pero más que nunca lo necesita

-pues si, la verdad - cosme asintió ante su respuesta

-vale. Entonces, si así te sientes mejor, está bien - Luis le miró y formó una sonrisa leve

-gracias, por aceptarlo

el catalán asintió. Pero sabía que había mas cosas que preguntarle y que necesitaba saber.

- oye Luis. Nunca te lo he preguntado directamente porque es obvio pero, ¿como estás? Quiero decir, se que lo estás pasando mal, pero nunca me has dicho que es lo que sientes aparte de ansiedad. ¿Sientes rabia, dolor, tristeza, arrepentimiento? ¿ No crees que es mejor soltarlo todo y desahogarte conmigo a guardarte ese dolor para ti y hacerte sufrir más de lo que lo estas haciendo?

Luis sabía que la intención de cosme desde el principio era esa. Y estaba intentando retrasar este momento todo lo posible. Pero tal vez era lo mejor, y no le resultaba tan mala idea hacerlo con el.

Cosme se había ganado la confianza de Luis desde que lo conoció y, realmente siempre le ha tratado muy bien.

Pero sabía que no es fácil expresar tus sentimientos si eran tan pesimistas,y más si los vas a expresar con el padre.

-es que, no se lo que siento cosme

otra vez sintió como la ansiedad volvía a su cuerpo, pero esta vez se guardó las ganas de fumar y intentó contener las lágrimas para poder contarle todo a cosme

- siento que una parte de mi está rota. Siento rabia de no haberle dicho todo lo que siento antes. De no poderle haber dado un último abrazo. Y, sinceramente esta situación me está matando. No puedo entrar en la habitación y verla llena de cables que quizás no van a servir de nada pero, tampoco puedo ir a mi casa y no dormir por la puta ansiedad y por el miedo que me entra cada vez que suena el móvil pensando que se va a acabar todo y que se ha ido para siempre. Y, me da rabia decirlo contigo aquí, pero cuanto más tiempo pasa menos esperanzas me quedan de que aitana despierte de una puta vez. Siento que la estoy perdiendo y pensar en que probablemente no le voy volver a escuchar, ni abrazar, ni... Ni besar me está matando.

intentó no llorar, pero en el momento en el que empezó a hablar ya se le estaba formando un nudo en la garganta, y conforme iba diciendo todo lo que sentía, las lágrimas se apoderaron de él.

Se desahogó, pero aún así no se libró de la ansiedad. De lo contrario, le vino mucho más fuerte y sabía que esta vez no lo iba a poder calmar unas caladas.

Cosme lo notó en el momento en el que el gallego empezó a apretar sus manos clavandose sus uñas.

Su hija también sufrió ataques de ansiedad antes así que tenía experiencia en eso.

-Luis, mírame a los ojos ¿vale?

con dificultad Luis miró a los ojos de Cosme y escucho las instrucciones que le estaba dando

- intenta seguir mi respiración. Mira, primero inhala y luego exhala. Poco a poco sin dejar de mirarme

Luis hizo lo que Cosme le pidió y se empezó a tranquilizar

- eso es Luis, muy bien. Vale ahora voy a contar hasta 20 solo diciendo los números impares. Cuando tú puedas cuentas conmigo y dices los pares ¿de acuerdo?

asintió con dificultad y cosme empezó a contar
- 1

pasaron menos de 5 segundos y Luis dijo el siguiente número. Llegaron a 20 con mucha tranquilidad y Luis consiguió calmarse lo suficiente como para empezar a respirar mejor.

- ¿has visto? Ya está. No pasa nada. Ya ha parado y no has tenido que fumar.

cosme le dio un abrazo que de verdad necesitaba y se quedó ahí hasta que se tranquilizó y decidieron volver a la habitación con amaia.

Justo a la hora de comer, Luis decidió bajar al restaurante de comida rápida de al lado y comprar algo para él, Belén, cosme, amaia y Roi que acababan de llegar.

//Las cosas están un poquito chungas :). ¿Que os está pareciendo de momento? Si tenéis alguna idea sobre algo que podría incluir en la novela no dudéis en decírmelo, estoy abierta a cualquier opinión//

por tí estaré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora