- Luis venga, vamos a llegar tarde
La voz del gallego lo despertó. Había dormido dos escasas horas. La noche anterior pasaron demasiadas cosas que él aún no había sido capaz de asumir.
La habitación estaba solo iluminada por la luz de la calle, aunque el cielo estaba prácticamente nublado por la lluvia que estaba prevista para casi todo el día.
Luis estaba completamente seguro de que lo que pasó anoche era solo una pesadilla, por eso le extrañó tanto ver a Roi vistiéndose con una camisa negra
- ¿A donde vamos?
La pregunta preocupó a Roi, que miró a su amigo con una mueca de dolor en la cara. sabía muy bien que esto para Luis no era nada fácil. Si a él le dolía, no quería estar en el papel de su amigo.
- Luis...
- fue una pesadilla solo. Lo que pasó ayer no fue real.
Roi suspiró y se puso las manos en la cabeza, frotándose los ojos para intentar no llorar con la situación. No sabía cómo explicarle a Luis que todo lo que pasó ayer fue real.
- luis mira, si no te sientes preparado para venir no vengas. Quedate aquí descansando. Lo entenderán no te preocupes.
El gallego menor se acercó al mayor agarrándole las manos. Necesitaba que Luis estuviera bien, o al menos asegurarse de que no hará ninguna tontería estando solo.
- ¿Quienes lo van a entender? Roi ayer no pasó nada ¿vale? Ha sido un sueño. No ha pasado nada, todo sigue como antes ¿Verdad?
Luis rogó con la mirada a Roi, esperando a que dijera que era una pesadilla, que no había pasado nada y que todo seguía como antes. Y a Roi se le rompió el corazón al ver a su amigo así.
Finalmente, Roi rompió el silencio, eligiendo sus palabras con cuidado.
- Luis, lo que ocurrió anoche... no fue una pesadilla. Se que es complicado de entender. Se que no quieres creertelo. Lo sé porque yo estoy igual. Pero ha pasado, por mucho que intentemos negarlo la realidad es esa. Y no quiero que vayas a ningún lado sin estar seguro de que estás preparado para lo que te vas a encontrar cuando lleguemos. No es fácil, pero necesito que lo asumas.
Luis se fijó por primera vez en los ojos de su amigo, rojos por haberse pegado llorando toda la noche. Ahí se dio cuenta de que todo era real. Todo lo que había pasado la noche anterior sucedió de verdad, no Solo en su imaginación.
El gallego sintió cómo el peso de la realidad se posaba sobre él, y la negación se desvaneció de su rostro. El impacto de las palabras de Roi lo dejó sin aliento, y por un momento, el mundo a su alrededor pareció desmoronarse.
- No puede ser...
Su voz estaba rota. No quería asimilarlo, pero no le quedaba otra. En menos de dos horas iba a verla. Mejor aceptarlo ahora antes de que sea muy tarde.
Roi apretó suavemente las manos de Luis, transmitiendo un apoyo silencioso. Era lo que más necesitaba Luis ahora mismo. En verdad, se necesitaban los dos mutuamente
- Si te quieres quedar aquí, lo vamos a entender todos, de verdad. No es nada fácil ni agradable.
-¿y fallar a sus padres, que siempre han estado ahí? ¿Fallaros a vosotros? ¿Fallarle a ella? Ni de coña, no me lo perdonaría nunca.
Roi asintió con comprensión. Sabía que nunca le fallaría, pasara lo que pasara siempre iba a estar.
- vale, pero ya sabes que si necesitas algo me tienes aquí ¿Verdad?

ESTÁS LEYENDO
por tí estaré
De TodoPor tí estaré, eso le dijo la última vez que la vio Y lo cumplió, porque volvió a aparecer en su vida cuando más lo necesitaba