volver

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Eran las 7 de la mañana, pero en el hospital ya estaban despiertos. Aitana porque no podía dormir más, y Luis porque a las 9 tenía que dirigirse al aeropuerto y aun tenía que ir a su casa para recoger la maleta.

Tenía ganas de ir a Perú,pero cada vez que se alejaba de aitana le entraba el miedo por el estado de su pequeña.

La catalana también le iba a echar de menos. Se había acostumbrado a eso de encontrarse al gallego a su lado cada vez que se despierta.

Pero no estaba sola. Estaban sus padres, estaba amaia, estaban todos sus amigos que iban a verla, Y Luis volvería en tres días. Disfrutaría de sus dos conciertos y estaría de nuevo a su lado

Luis esperó a que viniera alguien al hospital para despedirse sin Dejarle sola, ya que cosme y belén se habían ido a casa de la catalana, donde estaban viviendo estos días para cuidar a sopa y oliva,y poder estar cerca de su hija.

Al principio les costó instalarse. La casa olía a ella, había millones de fotos suyas y verlas y pensar que quizás nunca la volverían a ver sonreir les dolía.

Más les dolía llegar algún día del hospital y encontrarse con Sopa encima de la cama de aitana, sospechando que a su dueña le había pasado algo, y a Oliva pendiente de la puerta por si a la catalana le daba por aparecer.

Fue duro, pero la realidad es que ahora aitana está bien, fuera de peligro. Y en muy poco estará otra vez en su casa con sus hijas perrunas.

Eran las 8:45 de la mañana y Luis tenía que despedirse ya de la catalana. Había pedido a sus padres que les dejaran solos. Querían pasar estos últimos minutos juntos y a solas.

-bueno peque, te veo en tres días. Come, y portate bien, que seguro que dentro de poco estás en casa

Aunque le seguía gustando, no podía evitar comportarse como su hermano mayor. Aunque a aitana no le molestaba.

Y no le molestó que le empezara a dar besos por toda la cara mientras que le hacía cosquillas inconscientemente con su barba.

El gallego se dio cuenta y podría haber parado, pero escuchar la risa de la catalana le daba mil años de vida

- traeme un regalo guay. Y no me eches mucho de menos

Lo primero lo dijo en broma. Lo segundo era verdad, le conocía y sabía que lo iba a pasar mal sin saber de su estado.

- vale. Y lo mismo digo

El también sabía que lo iba a echar de menos, aunque no se lo dijera. Y obviamente le iba a traer un regalo.

Después de darle un último beso en el flequillo, salió del hospital despidiéndose de cosme y belén, y arrancó el coche para llegar a su casa a por la maleta y dirigirse al aeropuerto.


2 horas después estaba montado en el avión junto a todo su equipo, apunto de despegar para Perú.

Les esperaban 12 horas de vuelo, en las que se iba a dedicar a dormir y ver varias pelis que se había descargado para el viaje.

Le encantaría decir que el viaje le pareció corto, pero cada hora que pasaba pensaba que nunca saldría de esa caja voladora.

No es que lo molestara volar, de hecho le encantaba, sin embargo esas películas que se había descargado fueron sustituidas rápidamente por la imagen de la catalana, recordando el miedo que le tenía a los aviones.

No dejó de pensar en ella en todo el vuelo. Ni cuando cerró los ojos pudo, porque su cara volvió a aparecer, pero esta vez en sueños

Aitana estaba en todas partes, aunque no estuviera físicamente. No la sacaba de su cabeza.

El avión aterrizó en el aeropuerto de Perú horas después de que a Luis se le cerraran los ojos y consiguiera dormir algo

Cogieron sus maletas y un taxi les llevó al hotel donde se instalarían estos tres días. A las 6 de la tarde ya estaba instalado del todo, y aprovechó para dormir un poco debido al Jet lag del viaje.

Hoy no tenía nada que hacer, pero el y su equipo planearon ir a cenar por algún restaurante de la zona,así que descansaría hasta las 8 de la tarde y a las 9 buscarían alguno con buen ambiente para cenar por primera vez en ese maravilloso país.



Mientras tanto, en España ya eran las 12 de la noche. Así que aitana decidió intentar dormir algo.

Le iba a costar sin la presencia de Luis, pero tenía a sus padres y mentiría si dijera que no se siente segura con ellos.

De hecho, le encantaba quedarse dormida mientras que su madre le acariciaba la cabeza y su padre le daba la mano para que supiera que estaba ahí con ella.

Pasó la noche bien, sin ningún problema. A los 5 minutos cayó en los brazos de morfeo y debido al sueño que tenía no se despertó en ningún momento.


Al día siguiente, la catalana se despertó con el desayuno al lado y encontrándose a su padre completamente dormido mientras que su madre le seguía tocando la cabeza.

Unos minutos después se despertaron todos y belén y cosme no tardaron en preguntarle a su hija como había pasado la noche.

Más tarde llegó el médico con noticias después de haber estudiado las últimas pruebas que le hicieron a aitana para ver si estaba todo en orden

-buenos días familia ¿como habéis dormido?

-bueno, han habido noches peores

Nunca se acostumbrarán a los sillones del hospital, pero ha llegado un punto en el que el hecho de que aitana duerma bien y tranquila es suficiente para pasar la noche.

- ¿y tú, aitana?

-bien

-me alegro mucho entonces. Porque hoy además tengo una muy buena noticia

-¿ah si?

Cosme y belén se pusieron hasta casi más contentos que la propia aitana al oír que había buenas noticias

-si. Te vamos a quitar una vía

Justo al escuchar eso a la catalana se le iluminaron los ojos. Ya se había acostumbrado casi al dolor de las vías, pero le seguía quemando el brazo al llevarlas.

Además, si de por si duele una vía, ella tenía que soportar el dolor de dos, pero por su estado al principio, las necesitaba.

Una para que le llegara algo de oxígeno debido al poco pulso que tenía cuando estaba en coma, y otra para mantenerla controlada y asegurarse de que no haya ningún problema.

- has avanzado mucho y hemos visto que ya no la necesitas.Es una buena noticia ¿no?

Aitana asintió con una sonrisa en la cara y el médico se acercó a quitarle la vía.

-te va a doler un poquito ¿vale?

-vale

Fue un Poco de dolor soportable que no duró más de 10 segundos y la vía ya estaba fuera. Sentía su mano libre, aunque aún tenía la otra en el brazo

- ¿y la otra?

-la otra aún no te la puedo quitar, cariño. Esa te la tengo que dejar hasta que te vayas. Pero no te preocupes que te queda muy poco aquí.

-¿cuanto es poco?

-pues como mucho dos semanas. En dos semanas ya estarás de nuevo en casa.

Eso alegró mucho tanto a aitana como a sus padres. Tenía ganas de volver a su casa, estar con sus perras, dormirse en su cama, darse una buena ducha y, por supuesto, volver a sentarse en su piano y componer todas las canciones que quiera junto a él.

Para eso último aun quedaba un poco más de tiempo. Tenía claro que ahora se tenía que dar un tiempo en la música y centrarse en ella y en su bienestar para volver más fuerte que nunca.

Porque va a volver, por supuesto que va a volver.

//Otro capítulo✨. Ya queda poquito para que aitana salga del hospital. O quizás pasa algo y se complican las cosas🤭//








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