Mamá

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Desde ese día en el que la catalana abrió los ojos por primera vez después de tanto tiempo, Luis está mucho más animado.

Nunca había perdido la fe en aitana, y saber que de una forma u otra todo estaba volviendo a la normalidad le hacía feliz.

Aun así, el gallego estaba conviviendo últimamente con un miedo. Antes de que pasara todo esto ni siquiera se hablaba con aitana, y no sabía cómo iba a reaccionar ella al verle allí.

Sabía que nunca sería capaz de echarlo, pero tenía miedo de que ni siquiera le mirara.

A aitana le habían implantado un coma inducido, y ya llevaba dos días. En esos dos días, la catalana se calmó y fue suficiente para que los médicos dieran la señal de despertarla otra vez.

Tal y como la otra vez, fue belén la que entró a la habitación acompañada del médico. No sabía si su hija le reconocería, y eso le agobiaba.

La última vez ni siquiera supo quién era, y aunque el médico le explicó la razón, le había estado dando vueltas al tema durante esos dos días.

Por eso entró con miedo a la habitación, y ese miedo aumentó al ver los ojos de su hija abiertos otra vez.

Aitana seguía sin estar muy ubicada, pero estaba calmada, era un avance.
El médico le habló con tranquilidad y le hizo las típicas preguntas para asegurarse de que no había perdido la memoria.

- vale aitana, lo estás haciendo muy bien. Te voy a decir una última cosa. Hay una persona que lleva desde mucho tiempo deseando verte. Voy a Dejarle pasar. ¿De acuerdo?

Con dificultad, la catalana asintió y dirigió la mirada hacia la zona donde se encontraba su madre.

Claro que sabía quien era la persona que estaba allí. Y se alegró muchísimo de verla, por eso, con un hilo de voz, pronunció una palabra que para muchos no significaría nada, pero belén estaba deseando escucharla

-mamá

El miedo que sintió belén cuando entró se desvaneció al escuchar la voz de su hija llamándole.

Sus ojos miel le estaban pidiendo que se acercara a ella y le diera la confianza y la seguridad que no tenía en este momento.


Belén decidió acercarse a su hija después de que el médico le diera la oportunidad de hacerlo, y le agarró la mano fuerte, poniéndose a su altura y tratando de no emocionarse demasiado.

-hola cariño

No pudo retener mucho más las ganas de llorar al ver como su hija le dedicaba una sonrisa y le apretaba la mano con todas sus fuerzas.

-¿me das un abrazo?

Aitana estaba deseando abrazar a su madre, y belén estaba deseando abrazar a su hija, así que la abrazó sin hacerle daño en la costilla que aún le sangraba, y soltó aún más lágrimas cuando sintió las manos de su pequeña envolviendo su cuerpo con delicadeza.

-os dejamos solas. Si pasa algo llámame ¿de acuerdo?

el médico salió de la habitación para dejar un poco de intimidad a las catalanas. Tenían que ponerse al día sobre muchas cosas.

-¿y papá?

A la catalana le extrañó no ver a su padre allí con su madre. Siempre que podían estaban juntos, y era muy raro que no hubieran entrado los dos juntos a la habitación

-está fuera. Quería dejarnos intimidad. ¿Quieres que vaya a buscarlo?

-no me dejes sola, porfa.

tal y como se lo pidió su hija, belén decidió aceptar su petición y le aseguró que no se iba a ir.

por tí estaré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora