por tí estaré

su compañía

Terminaron de desayunar y volvieron a casa de Aitana, donde sus padres la esperaban para que les contara como le fue el primer día de psicólogo.

Llegaron y se encontraron a la pareja viendo la tele tranquilamente mientras esperaban a su hija. Cuando la vieron entrar, toda su atención fue dirigida a ella

- ¿Que tal cariño? ¿Cómo te ha ido?

Fue Cosme el primero en levantarse y dejar un beso en la frente de su hija, que agradeció el gesto con una sonrisa

Después belén se acercó a ella y le dio un abrazo fuerte, sabiendo que lo necesitaba bastante.

- Bien. Bueno para ser el primer día. Un poco intenso, pero me lo esperaba peor. Y Luis me ha llevado a desayunar a un sitio muy bonito

Decidió omitir el tenso momento con los periodistas. Mala idea sabiendo que había sido emitido y visto por muchas personas ya, incluido sus padres.

- Hemos visto lo que ha pasado cuando salisteis del psicólogo

Aitana suspiró casi rogando a sus padres por no tener que contarles lo que pasó. Luis intentervino rápidamente al ver otra vez la tensión en el cuerpo de la catalana

- No ha pasado nada. Solo que hemos visto a un monton de periodistas y se ha puesto un poco nerviosa. Pero está bien, estamos bien. Solo ha sido un mal trago, de verdad.

contó la parte importante, saltándose la ansiedad de su novia para no preocupar a sus padres. Había dado los datos importantes. Con eso era suficiente.

Aitana agradeció el detalle de que Luis decidiera hablar. Si lo hubiera hecho ella probablemente hubiera acabado en otro ataque de ansiedad.

- Bueno, vale. De todas formas esas cosas nos las tienes que contar cielo. Para poder cuidarte y ayudarte.

- lo sé, la próxima vez os lo diré, de verdad.

Belén y Cosme volvieron a abrazar a su hija aún más fuerte, agradeciendo que no hubiera sido nada grave y que Aitana se encontraba bien y le había ido bien en su primer día de terapia.

Horas después llegó el momento de la comida. Otra vez, como de costumbre, la catalana no tenía apetito. Por mucho que sus padres la intentaran convencer no había nada que dijeran que la hicieran cambiar de opinión

Ni siquiera cuando se trataba de su comida favorita. Al menos le dio dos cucharadas a la sopa que su madre le había preparado para no hacerle el feo.

Ella sabía que no era suficiente, pero su cuerpo no aceptaba más comida.

- Aitana, intenta comer un poco más

- No tengo hambre

- Haz un esfuerzo. Seguro que te entra algo más

Ahora fue Cosme el que intentó convencer a su hija de alguna manera, pero no había forma de hacerle cambiar de opinión. Luis prefirió mantenerse al margen.

- que no puedo, de verdad. Ya lo he intentado

Entendía que sus padres se preocuparan tanto por ella, pero cada vez que intentaban convencerla de algo se sentía abrumada y agobiada, como si la estuvieran presionando a superar lo que pasó.

- me voy a mi habitación. Quiero dormir un poco

Se levantó de la silla con el nudo en la garganta que tenía desde esta mañana y se dirigió a su habitación bajo la atenta mirada de los presentes.

Rápidamente Cosme y Belén miraron a Luis pidiendole con los ojos que suba a hablar con ella. Ahora mismo era la única persona que le podía convencer.

El gallego obviamente asintió y subió a hablar con su novia y intentar hacerle comer algo, siendo consciente de que va a ser complicado.

Llamó a la puerta y entró encontrándose a la catalana tumbada en la cama con el móvil en la mano.

Cuando lo vio siguió a lo suyo, y Luis al ver que no se inmutó decidió empezar a hablar y a preguntarle por qué estaba de ese humor hoy.

- ¿Que te pasa?

Aitana lo miró. No estaba enfadada con nadie, simplemente se sentía abrumada con todo y no tenía ganas de hablar.

- No me pasa nada

- ¿y por qué te has ido? Nunca habías hecho eso desde que volviste a casa.

- No tengo hambre Luis. Solo tengo sueño y quiero dormir. He tenido un día muy duro

- lo sé, pero tienes que comer algo. O al menos hacer un esfuerzo.

- Lo he hecho. Pero no me entra nada. Y como se que no va a funcionar prefiero aprovechar mi tiempo de otra forma

Luis sabía que lo de hoy había sido demasiado para ella. Era su primer día contándole como se sentía a un desconocido y eso le pasó factura cuando llegó a casa.

- te voy a traer algo de comida y te lo comes aquí.

- No quiero Luis

- que si, verás como si lo intentas
acabarás comiendo.

- Luis que no joder

Aitana se estaba empezando a enfadar. Y Luis no quiso seguir jugando con fuego. No quería arriesgarse a que se enfadara con él.

- Aitana, sé que estás pasando por un momento difícil, pero no puedes dejar de comer. Es importante que cuides de ti misma, y la comida es parte de eso

- No lo entiendes Luis. Me siento tan presionada todo el tiempo. Todos esperais que sea fuerte y supere esto de inmediato, pero no puedo. No puedo olvidar lo que pasó. Joder que no sé ni como coño estoy viva.

- Nadie te ha pedido que lo olvides. Simplemente te estoy pidiendo que comas un poco. Se que es complicado pero yo te ayudo. Siempre lo he hecho. Y créeme que soy muy consciente de lo mal que lo estás pasando. Lo sé. Pero nosotros también lo pasamos mal si tú estás así. Nos pides que te entendamos, pero ¿Tú nos entiendes a nosotros?

Aitana sabía que el gallego tenía razón. Pero su orgullo era más fuerte, y había algo en su cabeza que le impedía volver a la normalidad.

Había perdido muchos kilos desde el accidente. Con la ansiedad su cuerpo se negaba a digerir la comida, por más que lo intentara.

Aunque sabía que Luis tenía razón, decidió no contestar y tumbarse en la cama dándole la espalda, cosa que a Luis le dolió.

- ¿No vas a hablar ahora?

- No tengo ganas. Quiero dormir

- Aitana, con ir al psicólogo no te vas a olvidar de todo de la noche a la mañana. Tú también tienes que poner de tu parte.

- ¿Y te crees que no lo estoy haciendo?

- Ahora mismo no

Tanto Luis como Aitana sabían que eso era mentira. Estaba haciendo un esfuerzo enorme en superar esto. Aceptó la ayuda del psicólogo y hablar con sus amigos sobre esto, cosa que para ella era muy complicado. Así que le dolió bastante que fuera Luis precisamente quién le dijera eso.

- pues si piensas eso déjame en paz. Si solo vas a estar aquí para presionarme vete.

Deseaba que lo siguiente que hiciera Luis fuera disculparse por decirle eso, cosa que no pasó, porque habían perdido muchas cosas, pero el orgullo entre ellos nunca.

- ¿Quieres que te deje sola?

- sí

Era mentira. Lo único que necesitaba era la compañía de Luis, y sabía que cuando el gallego saliera por esa puerta iba a llorar en vez de dormir. Pero estaba dolida por lo que le había dicho, y eso era lo peor que le podrían hacer a ella.

Finalmente, Luis decidió darle espacio y salir de la habitación para permitirle calmarse. Aitana se quedó sola en su habitación, pero en poco tiempo se dio cuenta de cuánto necesitaba a Luis a su lado para superar esta ansiedad.

//Aquí otro capítulo con un poquito de drama jsjsjssk🤭. Parece que el accidente le está empezando a pesar un poco más a Aitana☹️. Veremos como lo va llevando con o sin la ayuda de Luis porque se han enfadado un poquito jsksksksk//