Avances

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Aunque Aitana era muy importante para muchos, solo iban a verla todos los días los mismos de siempre.

Cada día recibía visitas de sus amigos, y al final acabaron visitandola todos salvo dos o tres personas que decidieron pasar del tema.

Había una persona que no había ido a verla, pero no porque no quisiera. Siempre le había tenido mucho miedo al ambiente de los hospitales y saber que una de sus mejores amigas estaba ahí le dolía demasiado.

Por eso nunca se atrevió a ir, hasta hoy, que decidió dejar de lado el miedo y aprovechar que las cosas estaban un poco mejor para verla antes de que fuera demasiado tarde.

- hola - la chica decidió hablar y saludar a los padres de aitana.

Luis la entendía, por eso le dio un abrazo. Se alegraba de tener aqui a Ana. Hacía tiempo que no le veía.

-¿que tal, Ana?

el gallego le preguntó por cómo estaba. Porque aunque no hubiera venido nunca al hospital,se encargaba de estar informada sobre la situación de su amiga y estaba muy preocupada por su estado.

- bien. Bueno, me da mucho miedo este sitio pero, necesito verla.

la Canaria saludo a Roi, y después a los padres de aitana.

- ¿y amaia?

-está dentro - contestó roi - ¿quieres entrar? - Ana suspiró y asintió levemente.

Entró acompañada de los gallegos, y tembló cuando vio a aitana así.

- no te preocupes, se que impone, pero está mucho mejor de lo que aparenta - Roi se encargó de calmarla acariciando sus brazos.

-¿puedo?

Ana quería abrazarla, pero no sabía si tenía el derecho de hacerlo al no haber venido ningún día. Era algo que todos entendían, pero ella no sabía si le perdonaban

-le hemos dado millones de besos todos los días. No creo que pase nada por otro más

comentó amaia, quitándole hierro al asunto y confirmándole a Ana que podía acercarse a ella.

Ana aceptó y se acercó a la catalana dejandole un beso en la mejilla y otro en la mano que había soltado amaia para que su amiga pudiera abrazarle.

Se preocupó al verla más caliente de lo normal y tuvo que preguntar y asegurarse de que estaba bajo control.

-está muy caliente ¿no?

-no te preocupes. El suero que tiene le sube la temperatura

comentó Luis recordando como también le asustó verla tan caliente y el médico no dudó en decirle el por qué de su alta temperatura.

Ana suspiró. Se sentía culpable de no haber estado antes.

-siento mucho no haber venido. Os juro que lo he intentado, pero toda esta situación me supera

- no te preocupes, de verdad. No ha estado sola, y te entendemos

se lo habían dicho ya muchas veces. No les molestaba que Ana no hubiese venido antes porque la entendían.

Aún así, a la Canaria le dolía mucho ver a su chica mala así. Pero la realidad es que había estado mucho peor, y aunque este en coma, han notado que la cara le ha cambiado.

Antes transmitía angustia, y ahora transmite tranquilidad

- mira Ana, está tranquila. Mírale, no tiene miedo. No podemos tenerlo nosotros.

por tí estaré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora