cumpleaños

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27 de junio de 2018

Hoy la catalana se había levantado Feliz. Era su cumpleaños. Cumplía 19 años y este año le hacía especial ilusión.

Era el primer año que iba a celebrar su cumple siendo conocida por la mayoría de españoles. Había conseguido otra familia más para celebrar ese día y, por si eso fuera poco, podía contar con la presencia de Luis.

Pasó la mañana recibiendo mensajes de felicitación, regalos y muestras de cariño de sus seres queridos y admiradores.
Se quedó en casa junto a sus padres comiendo. Habían llegado de Barcelona para pasar el cumpleaños de su hija juntos.

Justo cuando terminaron de comer el timbre sonó. Sabía perfectamente quién se encontraba detrás de la puerta, así que abrió con una sonrisa en la cara que se agrandó más al ver a su novio
apoyado en el marco con una sonrisa.

- Feliz cumpleaños amor

La catalana saltó encima del gallego y le comió a besos. Le vio ayer pero cada vez que lo veía no podía evitar el contacto físico

Aitana dejó pasar a Luis y él saludó a Cosme y Belén que ya habían terminado de fregar los platos.

- ¿Que haces aquí?

- pues que quería verte. Quería pasar tiempo contigo. Además, esta tarde tenemos planes tú y yo.

- ¿Adonde vamos?

- a dar un paseo

Luis le tenía preparada una sorpresa a su novia. Había logrado que todos sus amigos de Barcelona vinieran a verla a Madrid para pasar su cumple con ellos.

Pasaron la tarde en la habitación de Aitana tumbados en su cama abrazados mientras veían una peli, intercambiando besos y miradas llenas de amor, deseo y admiración por la persona que tenían a su lado ahora.

Cuando nadie los veía eran una lapa. No querían separarse y aprovechaban para hacer todo lo que no pueden hacer en la calle, al no haber confirmado aun su relación, aunque tampoco tenían interés en hacerlo.

A las 5 de la tarde Aitana se duchó y se vistió para el supuesto paseo que iba a dar con Luis, aunque ya sospechaba que era algo más.

Se vistió con un top negro y unos pantalones blancos mientras que el gallego se puso una camisa, sabiendo lo irresistible que era para su novia cuando se ponía esa prenda.

Salieron de casa con las manos entrelazadas, por primera vez sin miedo a que les pillase un paparazzi y fueran los protagonistas de otra novela inventada por la prensa.

Estuvieron paseando un rato hasta que le llegó un mensaje de Amaia avisándole de que ya estaban todos sus amigos en el restaurante donde habían quedado. Así que cambió de dirección haciendo que la catalana se extrañara

- ¿Por qué hemos cambiado?

- porque quiero ir a un sitio. Dale confía en mí, te va a gustar mucho

Si había alguien en el que la catalana confiara ciegamente era en el gallego, así que le volvió a dar la mano con una sonrisa y dejó que su novio la guiara.

Se pararon delante del restaurante y Luis se giró sonriente hacia Aitana, que le seguía mirando sin saber que estaba pasando, pero confiando en que le va a encantar.

El gallego se apartó y dejó que Aitana fuera la primera en entrar.
Al entrar, Aitana se encontró con la sorpresa de ver a todos sus amigos de Barcelona esperándola en el restaurante. La emoción iluminó su rostro, y no pudo evitar soltar un grito de alegría.

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