Calidez || Miles Morales

O5: Visita

𖥸

—Repite eso.

—Digo que esta noche saldré a investigar.

La muchacha infló los cachetes, resoplando con incredulidad ante los planes de su amigo. Lo cierto es que no esperaba que Eric llevara tan lejos su investigación, pensaba que solo se trataría de una más de sus descabelladas teorías y que no tomaría acción sobre ella. 

Pero ocurrió lo de noveno grado, se repitió Luca, haciendo memoria del plan exitoso del ojiverde para destapar la turbia realidad del señor Thompson.

Se sentía en parte responsable por haber dado cuerda a la intensa imaginación del chico.

—¿A dónde vas a ir, exactamente?

Escuchó al muchacho soltar una risa nasal.

—Hace poco descubrí que Alchemax tiene una instalación sospechosamente subterránea...

—Eric... ¿estuviste metido en esos foros extraños otra vez?

—Hay contactos confiables...

—Ajá, porque yo también confiaría en gente desconocida en internet que se la pasa metida en esos foros —. Luca vio a su madre reflejada en ella misma por el tono que acababa de usar, lo que la hizo chasquear la lengua con una sonrisa incómoda.

—Vamos, Luca, ¿no te da curiosidad? ¿no quieres saber la verdad?

—Sí, pero esto ya me suena a peligroso, Eric.

—Seré cuidadoso, lo prometo... me tengo que ir, Luca. Te llamo más tarde.

—Eri... — El pitido indicó la finalización de la llamada, dejando a la pelinegra con las palabras en la boca. Lanzó su teléfono a la cama, sin mucho cuidado, causando que este rebotara en el colchón y volviera a caer al suelo.

—Perdón, no pude evitar escuchar un poco... — Kim se asomó desde la parte superior de la litera, rascando su rosada mejilla con el dedo índice. — ¿Todo bien? 

Sí, definitivamente le iba a costar acostumbrarse a que Kim le dirigiera la palabra. Pero no era algo de lo cual quejarse.

—Todo bien, Kim... gracias —. Sonrió fugazmente antes de levantarse para ordenar su carpeta cuidadosamente con las notas del día, todo bajo la atenta mirada amielada de su compañera, que se esforzaba por encontrar algo que decir. — Voy a dejar estos, ya vengo. 

Luca dejó el cuarto, y Kim solo se resignó a echarse en su cama para revisar sus redes sociales con aburrimiento, encontrándose con múltiples fotos borrosas de algún lugar en Queens, con "¿¿Spider-gente??" escrito en el pie de página.

Los pasillos estaban inusualmente vacíos, pero era algo que Luca agradecía.

Tomó su tiempo para recorrer el que daba a la escalera, hipnotizada por la manera en que las partículas danzaban en el aire bajo los rayos de luz anaranjada que entraban por la ventana al final del pasillo que, de cierto modo le recordaban a Miles. Desde el incidente con el cuaderno de dibujos y la llamada nocturna del día anterior, Luca se sorprendía a sí misma pensando mucho más a menudo en él, preguntándose por su paradero y bienestar.