13: Kim

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╰☆╮

Las fiestas trajeron a Brooklyn un aire renovado. 

Luca pasó una navidad decente con sus padres, y el año nuevo lo recibió al lado de su grupo de amigos, aunque, como ya lo anticipaban, Griffin no asistió.

Con la despedida de las épocas navideñas, las escuelas regresaron a laborar normalmente. El breve periodo vacacional había llegado a su fin y todo se sentía aún más apurado cuando los estudiantes cayeron en cuenta de que las semanas de exámenes estaban prácticamente a la vuelta de la esquina.

Ten un lindo día, mi cielo. Cualquier cosa me llamas —. Despidió Mónica desde el asiento del conductor.

Sí, má. Adiós —. Respondió la de hebras oscuras para después girar sobre sus talones con su maleta en mano. Preparó sus audífonos para escuchar música en el trayecto de la entrada a su dormitorio, pero antes de poder cubrirse las orejas con las acolchadas bocinas de estos, su madre la llamó.

Te quiero, Luca —. Soltó la mujer que se inclinaba sobre el asiento para alcanzar a tener una mejor vista de su niña. Luca volteó a mirarla sin girarse del todo y le dio una sonrisa más bien discreta.

Las cosas entre ellas llevaban un rato deambulando entre la delgada línea que definía el estar "bien" y estar "tensas".

Yo también, mamá... te veo el fin de semana.

La mujer apretó los labios carmín en lo que pareció una sonrisa triste cuando asintió a las palabras de su hija, y se fue cuando vio a Luca comenzar a subir por las escaleras que daban a las puertas de cristal de la entrada principal de los dormitorios de Visions.

No tuvo muchos problemas con su maleta durante los primeros pasos dentro de la escuela, los cuales daba al ritmo de «The power of love» de Huey Lewis y The News. Si hubiera llegado a la escuela en patineta, aquella le habría quedado como anillo al dedo al estado de ánimo de Luca.

También se había dado cuenta de que, recientemente, la mayoría de canciones que escuchaba involucraban la palabra "amor" en los títulos, o al concepto mismo enredado en las melódicas líricas. Sabía bien por qué, pero le seguía dando vergüenza admitirlo incluso para sí misma.

Las dificultades comenzaron cuando llegó a los pies de la escalera, donde tuvo que dejar sus audífonos reposar alrededor de su cuello ya que no quería que estos terminaran resbalando de su cabeza al cargar la maleta escaleras arriba.

Pero si ni siquiera traigo tantas cosas... — Murmuró con dificultad tras subir el primer bloque de escaleras. Su maleta, había descubierto, estaba anormalmente pesada. Eso o ella se había debilitado de manera dramática durante el periodo vacacional invernal a falta de actividad física. — Bueno, prepárate. 1... 2... 3--

¿Necesitas ayuda? — La voz conocida la desbalanceó justo cuando estaba por cargar su maleta. El equipaje regresó al suelo con un impacto más ruidoso de lo que a Luca le habría gustado, llamando así la atención de algunos de los estudiantes que transitaban las escaleras. 

Luca se quedó quieta en medio de las escaleras, encorvada mientras se aferraba a su maleta como si el suelo fuera a quitársela. La música siguió resonando en sus audífonos cuando elevó la mirada para descubrir la sorprendida expresión de ojos avellana que su amigo llevaba en el rostro.

Calidez || Miles MoralesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora