[OP] 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝙳𝚊𝚛𝚔

37┊Un juego previo

Esa misma noche, mientras cenaban un poco molestos, decidieron romper el hielo. Neleb había cocinado rouladen, se trataba de una deliciosa mezcla de tocino, cebolla, mostaza y pepinillos envueltos en rodajas de carne de res o ternera, otro platillo más que había aprendido a hacer, a Law le encantó desde el momento en que lo probó, pero no se atrevió a decir nada hasta que ella comenzó a hablar. De hecho estaban a punto de terminar, los platos estaban casi relucientes de lo sabroso que había quedado.

—Aún no me has dicho como te fue en el trabajo —habló tomando un poco de pasta con el cubierto.

—Normal, como siempre —soltó él.

Neleb rodó los ojos. —¿Puedes estar feliz por mi tan si quiera una vez en tu vida?

—Pensé que ya habíamos olvidado ese tema.

—¿Cómo voy a olvidarlo si aún tienes la cara de culo?

Law frunció el ceño mientras se sentía indignado, pero no encontraba las palabras para responder a ese insulto, insulto que claramente era cierto. Ella bajó el rostro pensando en como resolverlo, no podían estar peleandose cada vez que ella hablara sobre algún hombre, incluso si este mencionado fuese un miembro de la familia, porque como sea que fuese, Law lo miraba como un rival.

—¿Ves esto? —soltó ella, mostrando su mano izquierda enfrente de él, con el dorsal a su vista comenzó a mover el dedo anular, donde se encontraba claramente su anillo de bodas —, es el anillo con el que me propusiste matrimonio, después de haber tenido el mejor día de mi vida crees que te reemplazaría. Piensa Law, deja de ser tan posesivo, no puedes pelearte por cada estupidez que se muestre en el camino, soy tu esposa, eso es lo único que importa.

El hombre la miró detenidamente, frunció el ceño y aunque trató de despistar la mirada soltó un suspiro dandole la razón, ¿por qué Law era tan inseguro aún estando casado con el amor de su vida?, no cabía duda que los problemas eran infinitos, más si uno mismo los provocaba.

—Descuida, tienes razón —la miró con seriedad, sus ojos eran fijos y penetrantes —, tal vez solo necesito atención.

Ella lo miró con unos ojos tiernos y cálidos. —Tienes mi atención, siempre que la necesites la tendrás, porque somos esposos, estamos juntos en esto Law, no tienes idea de cuanto te amo, y de cuanto agradezco todos los días tenerte, porque simplemente no podía creérmelo, no me podía permitir creer que eras tú quien me había elegido —tomó su mano con suaves caricias, entrelazando los tatuajes de los dedos de su esposo con los de ella.

Law frunció el ceño, no conforme con lo que decía dio un áspero suspiró.

—¿Qué?, ¿dije algo malo? —preguntó ella.

—No me refería a ese tipo de atención ciertamente —rodó los ojos como no queriendo mencionar lo que intentaba decir, la indirecta fue captaba lentamente por Neleb, quien lo miraba con interés y asombro al intentar descifrar sus palabras.

—Oh —levantó las cejas, abrió los ojos y se recompuso en su asiento. Un sonrojo prominente comenzó a notarse en sus blanquecinas mejillas, sonrió ladinamente y susurró con la cabeza hacia abajo —, si ese es el tipo de atención que quieres, ¿por qué no te has esforzado por llevarme a la cama? —se cruzó de hombros y mostró su reluciente dentadura incitandolo con unos ojos coquetos.

—Porqué a veces no si quien está más cansado, si tú o yo —también sonrió.

—Yo no estoy cansada, ¿y tú?

—Tampoco estoy cansado.

Sin borrar esos labios sonrientes la joven se puso de pie. El hombre la observó con detenimiento, él la deseaba tanto como ella, no imaginaba que cruzaba por la mente de la joven.