25┊El atentado

47 6 0
                                    

Sentía la respiración de Doflamingo tocar su cuello, su rostro, no se miraba feliz, al contrario, estaba con el ceño fruncido, no podía ver sus ojos, esos lentes rojizos no se lo permitían.

—Ah... ¿Doflamingo... ?, ¿señor? —preguntó con las piernas algo flaqueabas, tenía al hombre más fuerte de España acorralándola, era tan alto y grande que necesitaba agacharse para acercarse lo suficiente al rostro de la chica.

No articulaba ninguna palabra, había un ligero silencio, el ambiente se sintió tan tenso que Neleb estaba segura que podría desmayarse, Doflamingo desprendía un aura a muerte, no sabía como saldría de aquella situación tan asfixiante.

Donquixote inspiró profundamente y comenzó a hablar.

—No pude dormir esta noche, y no puedo engañarme, yo no hago eso. Yo cuando quiero algo lo tengo, y aunque me moleste hacerme a la idea, te deseo.

—¡¿Eh... ?! —las palabras de Doflamingo fueron tan claras que Neleb sintió que había perdido la cabeza, se sorprendió tanto al escucharle decir aquello, sus ojos se abrieron como platos, se preguntaba si todo eso era real.

Bufó sonriendo, mostró sus blanquecinos dientes y la observó detenidamente. —Dime algo, ese muchachito de Law, ¿te satisface como debería?, ¿te hace sentir en el cielo como yo lo haría?

Neleb arqueó las cejas al escucharle mencionar a su novio, sintió rabia por un momento. —¡¿Qué demonios esta diciendo?!, ¿cómo se le ocurre hablar de Law de esa manera?, ¿qué piensa que obtendrá comparandose con él?, ¡¿está loco?!

—Jm, sé que... sé que puedes estar algo confundida, pero es que... eres jodidamente atractiva, ¿no te gustaría divertirte con alguien como yo?, te puedo dar lo que desees, puedo resolver tus problemas, puedes convertirte en la señora Donquixot-

En ese instante, Neleb logró darle una inmensa cachetada a Doflamingo, su mano ardió como nunca, hizo una mueca, al principió estaba muy furiosa, pero después sintió un ligero arrepentimiento al ver su rostro de perfil, con total seriedad.

—U-Uste-ed no puede hacer eso, no puede pe-pedirme algo así, Law es mi pareja y lo amo demasiado, no puede simplemente ignorar a la familia y hacerle algo como eso a Law, es... es un degenerado, téngale tan siquiera una pizca de respeto al hombre que alguna vez fue como su hijo —las palabras le temblaban, sintió un escalofrío constante al ver como Donquixote le prestaba atención desde arriba, era demasiado alto. Ella ya no pudo soportarlo más y se fue corriendo a su habitación —. No puedo —se alejó con ganas de llorar, no sabía si por el miedo, por el dolor en la palma de su mano por haberle cacheteado o por la horrible persona que era Doflamingo y sus intenciones de hacerle algo así a Law, Neleb jamás se lo perdonaría.

Doflamingo se quedó ahí parado pensando, sentía una inmensa rabia dentro de si, sintió aquella cachetada como un cosquilleo, pero tenía tantas ganas de hacerla suya que le molestaba no poder moverse para intentar algo al respecto como tomarla por la fuerza.

Neleb prácticamente huyó de ahí con el corazón en la garganta. Al entrar a su habitación solo pudo soltar un espeso suspiro al mismo tiempo que tembloroso, sin dudarlo le puso seguro a la puerta. Pensaba que Doflamingo podría intentar matarla por haberle rechazo y haberle cacheteado, pensó que había puesto su vida en juego, y realmente no se equivoca, ganas no le quedaron al Donquixote para estrellarla en el suelo y someterla a un sin numero de cosas por negársele.

Esa noche ninguno de los dos pudo dormir; Doflamingo no dejaba de pensar en que había hecho o que podía hacer, él era muy poderoso, así que en cierto punto no le importaba si Law le enfrentaba, podría hacerlo trizas y arrebatarle a su novia en un segundo para divertirse un rato con ella. No quiso precipitarse, así que esperaba a ver como resultaban las cosas al amanecer, Neleb por su parte, también desarrolló el insomnio, todo gracias al Donquixote superior, ahora estaba muy preocupada sobre lo que podía pasarle a ella, o a Law, no sabía que debía hacer.

[OP] 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝙳𝚊𝚛𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora