[OP] 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝙳𝚊𝚛𝚔

31┊El reencuentro

—Neleb...

—¿Hhjm?

—¿Te tomaste la pastilla?

—¿Cuál?

—¿Cómo que cuál?, la anticonceptiva.

—Ah, si, ya, ¿por qué tanta preocupación?

—Debo comprar otro paquete —se sobó la frente sintiendo un ligero alivio —, am, en el cajón de la parte superior de la mesa de noche, hay unos cuantos billetes sueltos, ya los habrás visto, compra otra caja de pastillas.

Neleb frunció las cejas, no estaba muy convencida de seguir usando pastillas.

—¿Por qué no mejor te haces la vasectomía?

—No me haré la vasectomia.

—Cobarde.

—No es que sea cobarde, puedo hacérmela, pero aún no quiero.

—Bueno, yo no quiero seguir tomando pastillas, me lastiman los riñones, a ver si buscas una mejor solución.

—Hay muchísimos métodos anticonceptivos, dime cual es el que mejor se te acomoda y te lo pagaré.

—¿Por qué siempre tengo que ser yo la que se cuida?

—Los condones se pueden romper, y no me quiero hacer la vasectomía, aún.

—Reitero, cobarde.

—Que no soy cobarde —frunció el ceño.

—Bien, ¿qué tal si me coloco el diu?, he oido que es bueno.

—Bueno, entonces el diu será.

Aun abrazados, Neleb se quedó pensando en la conversación que acababan de tener, surgió a su cabeza la idea de saber en que pensaría Law sobre los niños, sobre los bebés, de inmediato imaginó que a Law simplemente no podrían gustarle, él era tan serio, no lo imaginaba batallando con un pequeño, quizás por eso era tanta su preocupación en cuidarse. Sin embargo, la chica no se quedó con las ganas y decidió preguntárselo directamente.

—Law, ¿puedo preguntarte algo?

—Dime.

—Ahora que noto que te importa tanto que nos cuidemos, me surgió la duda, ¿que crees que pasaría si por alguna extraña razón quedo embarazada?

Law abrió los ojos y frunció sus cejas mirándola de reojo, intentando analizar su pregunta, aunque no parecía gustarle la respuesta que este diría.

—¿Quieres... tener un hijo? —se limitó a preguntar sin cambiar ese rostro de incomodidad.

—Pues... no lo sé, en un futuro quizás si —respondió la joven y Law le interrumpió.

—En un futuro, tú lo has dicho. Es mejor esperar.

—Ok... y ahora me doy cuenta que tú no quieres tener hijos.

—No es que no quiera, sí es verdad que no me emociona tanto la idea, pero... si después todo sale bien, podremos tener uno si quieres, pero... acabas de cumplir 23 años, eres aun muy joven para tener un hijo, y yo... no tendría tiempo de cuidarlo, me rehuso a tener un hijo si no podré estar ahí para él.

—¿Y si lo tenemos por accidente?, digo, los métodos anticonceptivos no son 100% efectivos, debes saberlo.

—Pues... si no quieres abortarlo...

—¡Oye!, eso es muy feo, no lo vuelvas a decir, yo no abortaría un hijo tuyo nunca.

—¿Si no fuera mío si lo abortarías?