[OP] 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝙳𝚊𝚛𝚔

34┊¿Y por qué tú no?

Los días pasaron, a pesar de que Law no había batallado para cambiar y establecerse él mismo, un horario de trabajo fijo y reducido, Neleb continuaba haciendo sus pasantías, la buena noticia es que ambos se apoyaban mutuamente, ella pronto atendería, pero por alguna razón aún no le asignaban investigar ningún caso, aún no entendía el porque.

Ya habían pasado casi dos años desde que Neleb y Law eran pareja, es decir, que ya casi se cumplía un año desde que la chica se mudó a vivir con él. Las rutinas eran las mismas, afortunadamente ambos tenían sus vacaciones.

—¿Ya estas lista? —preguntó él frente al espejo acomodándose la corbata de color bermellón.

—Ya casi —exclamó ella aún colocándose los aretes de piedras plateadas.

—Se hace tarde, la reservación la hice a las nueve —volvió a decir mientras se acomodaba los botones negros de las mangas. Law vestía un elegante traje de vestir color gris, con una camiseta de botones manga larga de color blanco, decorada de una hermosa corbata bermellón con un reloj fino en su brazo izquierdo, lucía bastante bien —. Me dan ganas de irme y esperarte en el restaurante, tomas el mercedes y allá nos vemos.

—¡¿Eh?! —se escuchó rezongar con fuerza, aun estaba en el baño terminándose de arreglar —, déjate de estupideces, ya estoy lista —entonces salió acomodándose los tacones que lucían altos. Neleb vestía un elegante y seductor vestido de color azul espacial con un escote V bastante pronunciado, dejaba ver la piel desnuda de su pecho y la de su pierna izquierda al tener una abertura distinguida. Usaba una pulsera, aretes y collar a juego de piedras plateadas, unos tacones altos del mismo color que dejaban ver sus transparentes uñas. Su maquillaje era sencillo pero al mismo tiempo bastante fino, unas sombras oscuras con un labial tinto.

Law se giró para verla justo al escuchar más de cerca su voz, entonces se sorprendió de lo que admiraban sus ojos, no era muy común que ella se vistiera de esa manera, pero lucía hermosa, y más que hermosa demasiado sensual, quería comerla y hacerla suya ahi y ahora, pero sabía que no podía. Se cubrió un poco la nariz intentando ocultar su sonrojo, pero sus ojos brillaron y de inmediato lo delataron. Y su cabello, era él mismo, solo estaba peinado, no necesitaba hacer mucho, siempre era lindo.

—Vaya, te ves magnifica —logró decir con una satisfactoria sonrisa.

Neleb también sonrió, sabía que lucía muy bien.

—Gracias, dijiste que era un lugar muy elegante y prestigioso, así que fui de compras y esto conseguí. No estoy acostumbrada a usar este tipo de vestidos así que solo te daré el gusto por esta noche —se acercó al alto hombre para sujetarlo de los hombros —. Pero mírate, tú también luces bastante guapo, ni pareces el mismo.

—Siempre soy el mismo —agregó observándola embelesado directamente a los ojos, dejándola que sus toques femeninos se apoderaran de él.

Ella sonrió pero no quizo tentarlo más, sabía que podría provocar algo más en los pantalones de Law, y no había tiempo para solucionarlo.

—Entonces, ¿nos vamos? —dijo entrando en razón mientras tomaba su bolso.

—Si —agregó él de la misma manera poniéndose serio de nuevo.

La pareja se subió a la camioneta y se dirigieron a su destino. Hace días Law le había comentado a Neleb que quería invitarla a cenar, le mencionó que esta vez sería diferente, que tenía ganas de que fuese en un lugar importante, elegante, por lo que ambos debían ir bastante presentables. La joven suspiró al oírlo, pensó que Law siempre había sido un hombre fino desde el momento en que lo conoció, bueno, no exactamente cuando lo conoció, ya que previamente y a simple vista para ella lucía como un drogadicto de calle, pero después de escucharle hablar y darse cuenta de su formal experticia asumió que era un hombre de completa fineza y que ya estaba cansado de siempre ir a los lugares sencillos que la joven acostumbraba, sin quejarse aceptó y fue a buscar un vestido para la ocasión. Cuando menos lo esperaron, Law ya había hecho la reservación, llegaron las vacaciones y en cuestión de días era momento de ir a cenar.