27┊Nuevos aires

39 6 0
                                    

Pasaron algunas horas ya en el avión, obviamente el vuelo estaba programado para llegar a la mañana siguiente. Neleb sentía un alivio y al mismo tiempo una melancolía observar la ciudad, el mar, pasar a través de sus ojos por la pequeña ventana. Su novio, quien permanecía a su lado intentaba dormir, a veces cabeceaba pero siempre trataba de ser lo más discreto posible.

Entonces llegó una mujer de sobrecargo, les atendió provocando que ambos le voltearan a ver. Traía consigo un carro de alimentos, unos menú, y por supuesto bebidas ofreciéndole cualquier cosa que se les antojara. Law parpadeó unos segundos, él de inmediato demostró no querer nada, pero se giró a su novia y le ofreció.

—¿Quieres algo?, puedes tomarlo —expresó tranquilo, sacando de su pantalón una billetera, dispuesto a pagar.

Neleb lo miró, pero no quería obligarlo a comprarle, aunque no podía negar que le apetecía un jugo y unas galletas. Con un rostro de suplica dirigió su mirada al paquete que quería, Law de inmediato lo entendió.

—El paquete de galletas y... un jugo de naranja, solamente eso, por favor —exclamó el pelinegro.
La azafata asintió y con una sonrisa les extendió lo que pedían, tomó la tarjeta de banco de Law a cambio y al pasarla y cobrar por la terminal se la devolvió. Agradeció y se retiró —. Aquí tienes.

—Gracias Law, no tenías...

—No es necesario que repitas lo mismo, cuando te invito es porque realmente te estoy invitando, no necesito dinero a cambio.

La chica sonrió cálidamente, y se acercó a darle un pequeño pico, Law lo recibió con total agrado, tanto que hasta frunció el ceño por lo rápido que había terminado.

—Al menos déjame ofrecerte una galleta.

—No, no me apetece.

Neleb se rindió, sabía que Law no era amante de lo dulce, hizo una pequeña mueca de decepción y comenzó a comerlas ella sola, incluyendo su jugo, estaba tranquila disfrutando mientras observaba la ventanilla. En una horas estaría de nuevo donde pertenecía.

—Neleb —le llamó por su nombre haciendo que la joven prestara su total atención en él, estaba intrigada de porque le llamaba, quizás siempre si se había decidido por comer una galleta, pens —, te he notado muy inquieta, y no solo por lo del atentado, esta mañana... no sé si es mi imaginación, pero has desarrollado acaso una furia algo latente hacía Doflamingo, ¿no es así?

La pelinegra se quedó quieta por un momento al escuchar ese nombre, sabía por donde se dirigía la conversación, y es que ella aun no quería decirle. —¿Tanto se nota? —arqueó las cejas, una gota de sudor recorría su cien.

—Si —agregó con total seriedad.

—¿Pues cómo quieres que me sienta?, ese hombre es el colmo, es un manipulador, doble cara, despiadado, degenerado, malicioso y poco confiable, solo me transmite miedo, ya te lo había comentado.

Law levantó las cejas algo inaudito al escucharla hablar con tanta fluidez aquella descripción. —Vaya, esa si que es una lista amplia, ¿en que momento desarrollaste esa amplia descripción de Doflamingo?, tengo muy en claro que tampoco me agrada, pero no pensé que tu lo odiaras tanto.

—Pues... pues es que... es tan... tan distinto a Corazon, ¿por qué no pudo ser tranquilo como Rosinante?

—Jm, ¿te gusta Rosinante? —soltó una risilla al preguntar aquello.

—¿Qué?, no, no inventes cosas, todos son agradables menos Doflamingo, es todo.

Neleb giró su rostro al frente, como si hubiera puesto fin a la conversación, le cabreaba mucho la idea de pensar en Doflamingo, era tal cual como Law creía que se sentía, había un conflicto mas interno entre ella y el rubio susodicho. Un silencio se apoderó de ellos por unos momentos mientras Law pensaba que palabras soltar.

[OP] 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝙳𝚊𝚛𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora