24┊Satisfacciones distintas

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—Mmm, ¿dónde está Neleb? —cuestionó el cirujano mientras bebía de su ponche recién servido. Law ya estaba cambiado, listo para entrar al agua al igual que el resto de los invitados, solo llevaba puesto un short negro de baño, con un estampado amarillo de decorado, sin camiseta y con todos los tatuajes al descubierto.

—Ni idea, creí que estaba contigo cambiándose —respondió Doflamingo que yacía en una silla de playa recostado, con un vaso de alcohol y hielos. El rubio vestía al igual que el resto su traje de baño, que consistía en un short rosado y el pecho amplio completamente descubierto, sin dejar de lado sus peculiares gafas de sol.

—No, le dije que si quería entrar a la piscina y dijo que no tenía ganas, así que debía estar ayudando en algo, aunque ahora que lo pienso Viola tampoco está, ambas estaban aquí afuera.

—¿Por qué no vas y la buscas? Quizás esté adentro —soltó Doffy sin tomar mucha importancia.

Law se quedó pensando en aquello, tenía razón, la buscaría. Cuando se decidió para dar el primer paso miró hacia la puerta, sus ojos se abrieron como plato, sorprendido y con la boca abierta observó a una linda Neleb en traje de baño, era como verla en ropa interior, a excepción de esa larga falda transparente que hacía que su sensual pierna sobresaliera, le enamoró de nuevo.
Viola le seguía por detrás, sonriente, alentándola para que la pena se le escapara de lado.

Claramente Doflamingo también notó aquello, se reincorporó en su asiento, con firmeza se acomodó para mirar más de cerca a los dos bombones que se acercaban a ambos, analizando cada parte de sus cuerpos de pies a cabeza.

—Pero que tenemos aquí... —susurró el rubio con una sonrisa lasciva.

—Neleb, jm, al fin decidiste salir —soltó Law acercándose a ella lentamente, la chica estaba sonrojada hasta los pies.

—Fue difícil pero lo logre. ¿No es hermosa? —exclamó Viola. Law no respondió a aquello, pero en cambio dio una pequeña sonrisa cómplice, era obvio.

—Tu tampoco te quedas atrás Viola, como siempre luciendo tan ardiente entre todas las mujeres —expresó el Donquixote.

—Gracias Doffy, ambos también se ven bien —contestó la castaña con una sonrisa sincera.

—Entonces... —dijo el tatuado lo suficientemente cerca de su novia, casi en susurros —, ¿quieres entrar a la piscina conmigo?

Neleb sonrió por su pregunta, miró al suelo un momento, pero observó a su novio con detenimiento, obviamente también le deseaba y quería estar cerca de él todo el día.

—Si no lo quisiera sabes que no estaría aquí.

—Bien, es todo lo que quería oír.

Se miraron por un momento, un efímero momento que los envolvió en su propio mundo, inmersos en los iris del otro sabían que se transmitían millones de sentimientos, más que simples palabras. En fracción de segundos el pelinegro la tomó como princesa sin que ella lo esperaba, sorprendida sin poder reclamar sujetó el cuello del cirujano. Law sonriendo la apretó así y con rapidez se lanzó a la inmensa alberca para sumergirse juntos.

Una acción inesperada que se robó el asombro de todos quienes se encontraban ahí. Doflamingo sonrió colocando una mano en su mentón, como si su mente imaginara un sin número de cosas.

Adentro de la fresca agua que los envolvía, el hombre abrió los ojos y con lentitud se acercó para tomar su suave piel. Ella abrió los ojos también, observando con detenimiento el rostro de quien la traía locamente enamorada, sonrió, y se acercó a él correspondiendo su agarre para posteriormente debajo del agua implantarle un amplio beso. Sus labios saboreaban la piel del otro, combinada con el agua alta en cloro, encontrándose con el túnel bucal de cada uno transmitiéndose aíre agitados. Al salir a la superficie lo primero que hicieron fue implantar una inmensa inhalación, riendo continuaron agarrados entre sí, mirándose y volviendo a besarse, esta vez con lentitud y menos duración.

[OP] 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛 𝙳𝚊𝚛𝚔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora