[1] La corona de un Roxon

5.6K 249 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Mi princesa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Mi princesa.

Levanto mi cabeza para ver a el sirviente de mi madre, me hace una reverencia y me extiende la mano hacia la puerta dándome el paso.

Me pongo de pié con mi juguete en mano, lo veo en busca de una respuesta pero sigue en la misma posición, paso por su lado para salir fuera de mi habitación.

Las criadas me hacen una reverencia que ignoro completamente, el camino está hecho de sirvientes quienes me hacen una reverencia.

Mi sonrisa no se borra en ningún momento, aprieto mi juguete contra mi pecho mientras sigo el camino.

Una Kalfa se acerca con un velo color negro, me hace una reverencia y su mirada es profunda que no me deja ver aquellas emociones comprimidas, abrocha aquel velo detrás de mí cabeza para indicarme seguir mi camino.

Miro a aquella Kalfa con mi tiara en sus manos para seguir caminando, mi sonrisa va desapareciendo conforme me acerco a ver a mi madre abrazando a mi hermana menor entre lágrimas.

Miro a mi alrededor con detenimiento, la servidumbre carga ropas negras, el cuerpo fúnebre está formado y me dedican una reverencia de igual manera.

Mi madre se aleja de mi hermana para manipular la puerta dejándome entrar a la habitación de mi padre.

Todo está cubierto de mantas menos su cama. Una corona descansa a su lado en aquel cojín que tanto había visto y querido tocar.

Los ojos cerrados de mi padre son lo único que me recibe, abro la boca para decir algo pero la cierro al ver ese logo de la dinastía en negro.

¿Por qué tienes el logo de nuestra dinastía en ese color? — Mi pregunta hace que mi padre me vea con esos ojos azules brillantes y me sonría dejando la joyería a un lado.

Cuando uno de nosotros muere...cuando es la hora de partir con el gran Alá — Se corrige — Nos podemos este logo de la dinastía a esa persona para después sacar una bandera y ondear desde lo más alto de nuestro palacio.

Mi juguete cae de mis manos, mi vista se vuelve borrosa pero de inmediato se ponen en mi camino para indicarme que salga.

— Mi Sultana, la están esperando.

Las criadas toman el cojín con sumo cuidado hasta llevarlo con mi madre, me señalan otro cuarto dónde me duchan y visten dejándome llorar por saber que mi padre ahora no estará conmigo.

Veo aquel vestido rojo que me colocan con sumo cuidado y delicadeza, me secan las lágrimas que salen mientras las escucho decirme que no debo llorar ahora.

Me abren las puertas para que salga volviendo a hacerme una reverencia después de estar lista.

Salgo del Harem con éxito hasta llevarme a un camino de guardias directo a la puerta del palacio. Mi mirada va a los cristales finos y caros de este pasillo en particular.

Muchas veces había caminado por aquí con mi padre permitiéndome ver desde dentro como hacia su protocolo de bienvenida.

Mi corazón se acelera cuando las puertas se abren dejandome a la vista y atención de todos, salgo a pasos lentos que capto a varios que vi desde lejos.

Visires, Pashas, Sheiks, mensajeros, Genizaros, la guardia imperial y a mi madre con un velo negro cubriendo su cabello y parte de su boca dejándome ver sus ojos rojos.

Un profeta toma el cojín con sumo cuidado hasta llevarlo con ella quien toma la corona entre sus manos.

Me sonríe de forma triste pero guardando la compostura que tanto la caracterizaba, alza aquella corona hasta depositarla en mi cabeza provocando que me fuerce a aguantar su peso sin caerme.

Por primera vez veo a mi madre inclinarse delante de mi con la cabeza completamente abajo, abro la boca para volver a cerrarla callendo en cuenta de lo que sucede.

Me quedo de pié delante de todos viendolos con su cabeza gacha, alzo mi mano por instinto de una forma leve regresandola a mi costado provocando que sea el centro de atención ahora.

Todo el ejército se llevó la mano al pecho comenzando a golpearse y soltando alaridos cada que mi padre daba un decreto importante o iniciaba una campaña.

¡LARGA VIDA A LA SULTANA MERYEM, QUE ALÁ GUÍE SU CAMINO!

Yo. Meryem Roxon Khan. En 1977 A la edad de diez años he sido coronada como Reina y Sultana de este imperio y el mundo.

Es la primera vez que veo todo con claridad y sin ningún filtro, una gran responsabilidad en mis hombros cae como balde de agua fría cuando mi madre se puso de rodillas para besar mi mano y vestido rojo.

Mi mirada va a los soldados quienes me hacen otra reverencia, miro a mis costados cuando mi madre regresa a su lugar provocando que cada uno de los miembros del consejo se ponen frente a mí a besar la parte baja de mi vestido.

— Mi Sultana. Que tenga un reinado prospero y justo tal como su padre el Sultan Suleiman IV, que Alá lo reciba en su reino.

— Amén. — Respondo en voz baja y todos me imitan.

Regresa a su lugar y otro lo toma, me señala con su mirada mi mano y se la extiendo haciendo que la tome y bese para llevarla a su frente haciéndome otra reverencia.

— Alá mediante, usted será justa, inteligente, astuta y una debota servidora e hija de nuestro gran Alá.

— Amén, Ebussuud Efendi. Alá mediante usted podrá guiarme acerca de nuestra religión como el antiguo consejero de mi padre que Alá lo reciba en su reino y un deboto servidor de Alá.

Mi madre me asiente desde lejos luciendo complacida ante las palabras que varias veces me hicieron aprenderme.

— Amén mi Sultana, seria un honor para mi servirle con mi vida a usted y a este imperio.

Asiento y retiro mi mano dejando que venga el siguiente con sus buenos deseos, mi vista se va al cielo viendo mi primer amanecer, mi amanecer siendo la Sultana Meryem.

Los Halcones son soltados junto a las blancas palomas que dan inicio a mi reinado.

La he vuelto a escribir y la verdad me ha gustado más mostrar el inicio de todo, dejen sus comentarios de que les gustaría leer para que no se me pase un detalle y dejarles dudas en un futuro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La he vuelto a escribir y la verdad me ha gustado más mostrar el inicio de todo, dejen sus comentarios de que les gustaría leer para que no se me pase un detalle y dejarles dudas en un futuro.

Look at me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora