[22] 26-03-1993

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La primavera llegó y con ella nuestra boda, estoy nervioso dejando que acomoden mi traje con cuidado

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La primavera llegó y con ella nuestra boda, estoy nervioso dejando que acomoden mi traje con cuidado.

Quería verla con un vestido blanco por lo que lo hable con ella lo cual aceptó, nuestra boda tendría una duración de cuarenta días tal como dicta la tradición de su tatarabuelo.

Recito los votos en mi cabeza una y otra vez, no pensé que este día llegaría después tanto tiempo y tantas cosas que hemos pasado. Salgo al balcón y veo a los sirvientes terminando de preparar el jardín y a Sumbul corriendo detrás de los mismos.

Tomo aire para tranquilizarme pero eso solo empeora al ver llegar al juez, mi corazón se agita de solo pensar que en unos minutos estaré ahí con Meryem mirándola a los ojos.

La puerta suena y me sobresalto para entrar a la habitación nuevamente, un guardia me hace una reverencia dandome la señal de que es hora.

Mi garganta se cierra, no puedo evitar querer derramar un par de lagrimas por tanta emoción y nervios que tengo las ganas de vomitar suben pero suspiro tallando mis manos mientras camino por los pasillos.

Veo fijamente las puertas del jardín para indicar que las abran, todos me miran y si fuera en otro momento simplemente sonreiria como siempre con un poco de egocentrismo pero los nervios me ganan haciéndome relamer mis labios y caminar hasta llegar con el juez.

Mi nervios aumentan cuando el tiempo pasa y no veo a Meryem entonces es cuando un sentimiento de abandono me golpea junto al pánico cargado de dudas.

¿Se arrepintió? ¿No me ama? ¿Me jugó una broma? Las bodas están prohibidas y si el estado lo prohibió.

— Atención... — Sumbul llama mi atención, todos hacen una reverencia menos yo para ver como las puertas se abren.

Hago contacto visual con mi muñequita de cabellos rojos, su corona reluce al igual que su vestido. No pierde su esencia y elegancia a pesar de que es la corona más pequeña que le he visto puesta.

 No pierde su esencia y elegancia a pesar de que es la corona más pequeña que le he visto puesta

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