Look at me

/45 Decreto\

Durante años estuve pensando en la forma de salvar la vida de mis hijos, he sufrido pérdidas, he asesinado a varios de mis hermanos. He perdido a casi toda mi familia por mis decisiones de monarca, he tomado el mando desde muy joven y es hora de dar el decreto final.

— Hoy hago acto de presencia para anunciar mi nuevo decreto con mis hijos los príncipes presentes. — Acomodo la hoja en podio donde ahora se encuentra mi sello impreso.

Miro a cada uno de mis hijos. Christopher es el único que ha salido limpio del imperio, Recce está lleno de celos por que le quiten su lugar de heredero, Mehmed tiene miedo a su propio hermano suba al trono y lo ejecute, Asher no ha tomado su juramento pero le aterra la soledad de sus padres. Las gemelas Shahrazad y Regina aún están muy pequeñas para ver el valor de tener un trono y poder más allá del límite.

— Yo. La sultana Meryem la magnífica he firmado el siguiente decreto que todos deben respetar y obedecer. — Miro fijamente a mi esposo Recce. Todo lo hago por él. Se que no podrá soportar ver como sus hijo se pelean a muerte por el trono. — Después de mi muerte, todas las mujeres del imperio tendrán prohibido tomar el poder, serán retiradas como herederas a menos que no quede ningún hombre hijo del Sultán. Si llegasen a quejar ilegítimos automáticamente serán ejecutados.

Todos se miraban entre sí, las caras de todos cambio e incluso mis hijos miraron automáticamente a sus hermanas. Las antiguas leyes serán respetadas. Se que tendrán el consuelo que necesitan en sus hermanas e incluso el apoyo.

— Los Sultanes tendrán prohibido anular mi decreto a menos que sea aprobado por los Sheiks. El príncipe mayor o el heredero designado debe tener un hijo varón como mínimo para aplicar la ley fratricida.

— Madre ¿Qué hace él aquí? — Recce miraba a Christopher como un total extraño y era comprensible.

— El es su hermano mayor. Christopher esta mañana ha tomado mi apellido más no será parte de la sucesión al trono ya que no recibió esa educación. — Me acomodo en mi asiento tomando la mano de Recce. — Elijah no murió. Su padre lo robo de nuestros brazos cuando era más pequeño.

— Osea que él es nuestro hermano. Que tanto habías extrañado. — Mehmed lo mira con curiosidad pero con una sonrisa — ¿Puedo abrazarte? Nuestra madre te había buscado por años.

— Yo lo confundí por un eunuco. — Shahrazad juega con su vestido de forma tímida.

— Yo le dije plebeyo. — Regina abraza a su hermana.

— El muñequito no está acostumbrado a todo esto, no lo atosiguen demasiado. — Mi esposo palmea la espalda de Christopher.

Veo como hace un esfuerzo abrazando a su hermano, los miro a ambos con una sonrisa leve. Miro de reojo a Recce y sus ojos desbordan de celos. Se que debo hablar con mi hijo no quiero que sea cegado por el poder.

Asher luce emocionado abrazando a Christopher al igual que Regina y Shahrazad quienes lo jalan para llevarlo a quien sabe donde.

— Recce. — Llamo a mi hijo. — Quédate.

— Tú madre y yo hemos notado que te estás volviendo más hostil. — Inicia mi esposo.

— Traes a un extraño al palacio, le das tu apellido, le quitas poder a mis hermanas ¿piensas darle el trono a él? Ya tienes un heredero.

— Recce. — Lo reprendo — Cuida como me hablas.

— Disculpa Madre pero no es justo. Seguro tienes a un heredero y me vas a quitar lo que por derecho es mio. Debes elegir un bando ahora mismo. — Me ordena y lo miro totalmente ofendida.

— ¡Khan! — Recce se pone de pie — Cuida muy bien como le hablas. No solo es tu madre es tu sultana.

— ¡Padre, nuestra sultana se ha puesto en el bando equivocado! — Alza la voz.

Me pongo de pie y lo tomo de la camisa con enfado.  — ¡¿CÓMO TE ATREVEZ, EN VEZ DE DISCULPARTE Y SUPLICAR MI PERDON ME EXIGES QUE ELIGA A UNO?! — Explotó y me mira bajando la mirada dándose cuenta de su error — No sé quién te ha metido ideas en la cabeza. Sabes que salvé a tus hermanas de la muerte segura. ¡Quieres asesinar a tus hermanos! Si elijo a uno es como si me arrancará mi propia alma. — Lo suelto. — Lárgate.

— Madre.

— ¡LARGATE A TU PROVINCIA! — Lo señalo con brusquedad.

— Padre — Recce mira a su padre en busca de ayuda.

— Nosotros no te criamos así Recce. Ve a tu provincia antes de que esto empeore.

Recce hace una reverencia para irse muy molesto, mis lágrimas quieren salir y suspiro tomando asiento. — Lo intenté Recce, te juro que...

— Mi amor. Hiciste lo correcto, no debes atormentarte. — Toma mi mano.

— No debimos dejarlo solo mucho tiempo. Temía que esto pasara. No quiero asesinar a uno de mis hijos. Prefiero morir mi amor. Prefiero irme a la muerte antes de yo firmar su sentencia de muerte.

— No va a suceder eso. Juro que no dejaremos que eso suceda, hablaré con él si quieres te hace sentir más cómoda pero...

— Pero ya no es un niño. — Concuerdo — Ha tomado el juramento hace tiempo. Pero es el destino Recce, si uno de nuestros hijos se levanta en armas mientras yo viva. — Trago grueso — Tendré que matarlo por el bien de los otros. Escogere al príncipe adecuado no a mi hijo más favorecido. — Recito las palabras de mi padre que fueron escritas en su testamento.

Se viene la ejecución de un príncipe. Llegó la hora de irnos despidiendo de nuestra familia Khan Morgan.