Mi cumpleaños no es algo que me guste, mi tío Recce no se encuentra aquí para apagar las velas desde que cometí el error de decirle papá.
Alex lo corrió desde ese día que incluso me tenia prohibida las llamadas. Después de un tiempo desapareció y nadie supo de él.
Estaciono el mclaren dispuesto a que este sea un día como todos a excepción de Patrick y mi molesta ahijada que vienen con un regalo en sus manos.
— ¡Hermano, Feliz cumpleaños! — Me extiende el regalo y me abraza al igual que Abby pero esta luce tímida.
— Toma tío Chris — Me extiende una pulsera junto a un dibujo hecho por ella. — Juega con sus manos y le doy una pequeña sonrisa poniendo mi mano en su cabeza haciéndola sonreír.
— Gracias. — Intento pasar por su lado pero me detiene.
— ¿A dónde vas? Nosotros vamos de salida, Meryem nos dió el día libre.
— ¿Día libre? — Frunzo el ceño — Toda la semana estuvo dando ordenes como loca y me dices que tenemos día libre.
— A mí igual me pareció raro — Toma a su hija en brazos — Pero se veía decaída. Sumbul el que siempre la acompaña me comentó que si necesitaban algo con urgencia que estaría en la playa.
Asiento y me despido de ambos volviendo a subirme al auto, mis dudas del día libre se me son sospechosas pero incluso ahora al igual que siempre siento una melancolía y vacío en el pecho.
Mi único cumpleaños feliz es cuando tío Recce y la mujer desconocida me hicieron un festejo. Comienzo a tararear su canción e inconscientemente llegué a la playa.
Camino por la arena hasta acercarme al mar escuchando las olas golpear contra la orilla, mi mirada se la lleva la pelirroja que ahora luce como civil pero aún con una pequeña corona en la cabeza.
Sus hombros suben y bajan dándome señal de que está llorando, miro a Sumbul quien está por interrumpirla pero niego acercándome con cautela.
Me siento a su lado para ver la botella de The John Walker a la mitad, mis cejas se juntan pero me siento a su lado en una distancia prudente escuchando sus soñosos ahogados.
— ¿Qué haces aquí? — Interroga hipeando y me mira con su nariz roja al igual que sus ojos de tanto llorar.
— ¿Cuánto haz bebido? — Le regreso la pregunta.
— Al menos dos botellas. — La alza por la boquilla y se la empina sorbiendo su nariz.
— Es mi cumpleaños — No sé porque le comienzo a contar, es como si quisiera que no se sintiera de esa manera o me doliera el pecho por verla tan vulnerable.
— Feliz cumpleaños — Susurra dejando la botella en la arena.
— Gracias. — Susurro.
El tiempo pasa y solo escucho sus soñosos como el mar llegando a nosotros, me quedo en silencio esperando a que se desahogue.
— Hoy mi hijo tendría tu edad. — Incia el relato y entre abro los labios con sorpresa. — Murió por un accidente y no he pido superarlo después de tantos años.
— Supongo que no es fácil. — Nuestras miradas conectan y me regala una pequeña sonrisa débil para tomar la botella y extendermela.
— No lo es. — Me responde cuando tomo la botella y me la empino dando un trago que me raspa la garganta con ganas.
— Sara me abandonó cuando era pequeño, Alex nunca estuvo presente y mi tío era el único que considere como un padre además de mis abuelos.
Asiente desviando su mirada al mar, veo de reojo como limpia sus lágrimas con algo de dificultad.
— Debió ser duro para un niño crecer con eso, sinceramente supe que esa relación fracasaria desde que los vi juntos más no pensé que Sara fuera capaz de abandonar a su propio hijo.
Mis ojos se humedecen y siento como el alcohol me relaja en cierta forma para asentir. — ¿Qué...qué se sintió ser madre o...? — No sé como formular mi pregunta en realidad y parece que lo capta.
Me abre un collar que tiene en su cuello mostrando la fotografía de un bebé con mejillas rojas y poco cabello negro cubierto con una sábana gris con el broche que siempre ha llevado en su ropa.
Se lo quita y lo tomo con cuidado para apreciar la fotografía, mis dedos pasan por la imagen con un dolor en mi pecho y las lágrimas calando en mi garganta junto a un grito.
— De cargar a mi primer hijo en mis brazos, sabía que iba a ser madre. Y sabía que eso iba a cambiar mi vida por completo. Un niño cambió el significado entero de mi vida. — Sonríe con nostalgia y en ningún momento puedo dejar de ver sus ojos iluminarse aún con esa nostalgia y alegría que le da hablar de eso — Los colores se vieron más brillantes, las frutas eran más sabrosas, el amor era más maravilloso. Era feliz. Mi hijo estaba en mis brazos, por primera vez en mi vida no me sentí sola porque yo misma había creado esa vida, esa vida que tanto había deseado.
Le entrego el collar el cual se cuelga y mira ahora la fotografía con felicidad que me hace sonreír al igual que ella, su sonrisa se borra cuando lo cierra y me mira ahora con dolor.
— Esa sensación era algo increíble. Pero aprendí mucho más tarde que también era una flecha y que la mitad de mi vida estaba en él. Cuando mi hijo Elijah murió. — Sus lágrimas caen lentamente por su mejilla — Yo también morí con él.
Se levanta sacudiendo su ropa y se limpia con sus manos el rostro para mirarme. — Se que pronto tendré que dejarlo ir. Lo busque por tanto tiempo pero...se que no lo encontraré nunca.
Mis puños se aprietan y las lágrimas me ganan, quise tanto escuchar a Sara hablar así de mi, a mi padre decir cuanto me amaba. Lamentablemente llegaron demasiado tarde.
— La próxima vez que visite esta playa, Christopher. Ese día dejaré ir a mi hijo junto al collar que he llevado todos estos años. Dejaré que el mar se lleve aquella pena que no había podido superar. — Me sonríe y se pone frente a mi agachandose y tomando mi rostro entre sus manos para besar mi frente con dulzura y delicadeza. — Feliz cumpleaños Christopher. Que Alá te de una larga vida. — Limpia mis lágrimas con sus pulgares y me deja completamente solo embriagado de ese olor y recuerdo nostálgico que me ha perseguido desde que soy un niño.
Tomo la botella casi vacía de la arena y sonrio con dolor hacia el mar.
— Levantemos una copa o tal vez dos por las cosas que la vida nos arrebató. — Susurro tomándola hasta el fondo.
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Look at me
Hayran KurguTodos conocemos a nuestro coronel Christopher Morgan el cual tiene una relación pésima con su padre con un odió compartido hacia su madre. ¿Qué sucede cuando se entera que no es hijo de Sara? ¿Dónde está su madre? ¿Cómo le dirá a esa mujer que es e...