Look at me

/43 Cruel realidad\

— Ven Christopher. Es momento de que nos sentemos a conversar un poco.

Recce me señala el asiento frente a él mientras en su mano tiene una botella de Jack Daniel's. Nunca lo había visto beber y eso que solo lo había visto unos años.

— ¿Qué sucede? — Tomo asiento y me sonríe un poco triste.

— Eres el hijo de Meryem y Alex. Lo estuve pensando y fuiste el más virtuoso de todos nuestros hijos. — Susurra.

Las dudas invaden mi cabeza, lo miro en busca de más información pero solo juega con la tapa. Me sirve un poco y lo desliza hacia mi.

— No lo entiendo. — Susurro y suelta una risa nasal.

— Christopher. Le reprochamos a Alex y lo culpamos de separarte de nosotros pero si lo pensamos detenidamente fue bueno que te robara.

Mi ceño se frunce, me empino el trago y lo miro a punto de ofenderme más de lo que ya estoy pero niega.

— Escucha. Meryem y yo tenemos cinco hijos. Pero su destino es incierto. Tú eres el primogénito sin embargo no te darán la corona de heredero por tu falta de experiencia y no fuiste criado para ser sultán.

Le doy la razón, eso ya lo veía venir pero me interesaba más tener a mi madre y recibir su amor.

— Si muere Meryem. — Trago grueso cuando veo que se empina la botella — Si ella lo hace... comenzará una guerra y yo no podré hacer nada. — Su sonrisa triste me aprieta el pecho, desconozco la razón por la que me pican los ojos.

— Pero...

— Christopher. — Niega — Muriendo Meryem, tú madre y mi esposa. Comenzará una guerra por el trono si no hay un testamento. Y si se hace condenamos a los otros. Tarde o temprano uno de ellos va a ganar, su primera órden cuando tengan herederos será clara.

Vuelve a empinarse la botella. Se la quito con terror a que le de algo pues nunca imagine ver a Recce de esta forma.

— Van a ejecutar a la competencia. Si no es hoy será mañana pero ese día va a llegar.

Me quedo en blanco. Mis labios están pegados, sus ojos no se apartan de los míos.

— Es la ley de fratricidio. Debes matar al rival para prevenir futuras rebeliones. Muchos ante pasados están de acuerdo con esa Ley y siempre la ejecutaron. El difunto sultán Mehmed tercero; Cuando ascendió al trono con sus herederos, asesino a diecinueve hermanos y siete mujeres embarazadas amantes de su difunto padre.

— Pero ¿por qué no la eliminan?

La risa amarga de Recce me hace tensarme más de lo que debería. — Ya te lo dije. Prevenir futuras rebeliones. Incluso nuestras pobres hijas pueden morir ahora y yo no podré hacer nada.

— Pero solo son niñas... no hay daño, no lo entiendo. — Tal vez si lo entiendo pero no quiero creer tal brutalidad — Recce.

— Ser un príncipe y hacer el juramento es tu condena, si tu madre no hubiera ascendido al trono como tu abuelo Suleiman dictaminó las mujeres no serían herederas. Sin embargo lo hizo y antes de la muerte de tu abuelo mandó a ejecutar a varios de sus hijos para que no se alzaran en armas contra tu madre. Ella misma asesino a cinco de sus hermanos que le causaron problemas, es una constante pelea más bien desacuerdo entre tu madre y yo.

— Christopher tú eres el más afortunado de sus hijos. No te procuparas por eso nunca. Inconscientemente Alex te salvó de esto. No asciende el mayor, toma el poder el que sea más capaz y cuerdo pero ante la ley de ahí solo soy un consorte. No puedo tomar yo el mando y decidir entre mis propios hijos. Ser príncipe era una calamidad antes y tristemente eso no ha cambiado ni con los años.

— ¿Por qué me dices esto? — Mi voz sale con un hilo.

— Creo que tu madre está enferma.

La corona es poder, ambición, justicia y muerte. Meryem representa cada una de ellas, criada para ser una herdera. La amada hija de su padre.

Veintidós hermanos siendo ella la segunda menor. Muchos de sus hermanos perecieron con su llegada otros cometieron traición y sellaron su destino.

Su padre ejecuto a su competencia dejando vivos a los más pequeños y los que no representaban peligro si no se sabía que las mujeres podrían tomar el trono. El amanecer junto con los verdugos llegaron esa mañana. El sol brillo para la gobernante pero para sus hermanos se ocultó. Siete de sus hermanos fueron ejecutados con su llegada al poder lo cual fue un golpe duro a su realidad. Sus hijos parecerían tarde o temprano.

Recce. 20

Mehmed. 18

Asher. 15

Sahrazad. 4

Regina. 4

Encontrar una solución al problema seria más difícil de lo que pensó. Una solución en donde no condene a ninguno de sus hijos a la muerte segura, donde tengan derecho a hacer una vida y morir por la gracia de Ala.

Un destino que ella deberá firmar antes de irse con su difunto padre con tranquilidad.