Rehaciendo mi vida
Laila Black
Detroit
El vacío ¿Que es el vacío? Su definición llega a ser algo subjetivo, muchos lo catalogan a la falta de un contenido físico, otros dicen que es un abismo mientras que otro grupo dice que es un sentimiento de insuficiencia, depresión y apatía, donde el simple hecho de existir resulta ser una carga que tu cuerpo no está dispuesto a soportar.
Bueno, en estos momentos me encontraba como esto último.
Han pasado seis meses que renuncié a ser niñera de Alexa, seis meses que no hablo con mis hermanos, seis meses que no veo a Abraham.
Mi día a día se ha convertido en una rutina tan terrible que mi simple existencia me deprime.
Me siento tan vacía, tan rota por dentro que el levantarme de mi cama resulta ser una tortura.
Ni siquiera en las noches puedo descansar, los recuerdos de Jhon me atormentan tanto que solo puedo dormir solo cuatro o cinco horas si mucho.
—Ey... ey— una mano pasando delante de mí me hace salir de mi crisis existencial, volteo y era Marcus— Otras vez te fuiste a tu mundo.
—Lo siento— me disculpo, me encontraba en el mostrador de la tienda de guitarras donde trabajo desde hace seis meses.
—¿Cuándo me dirás qué es lo que te pasa? Desde que llegaste has actuado así.
—No tengo nada— miento descaradamente.
—Ok— responde entregándome unos folletos— entonces señorita que no tiene nada, ve y reparte estos folletos, no regreses hasta que no hayas repartido todos y vendas alguna guitarra.
—Pero...
—Nada de peros, aquí soy tu jefe así que mueve ese culo a trabajar— me ordena y yo ruedo los ojos saliendo del local.
Reparto unos cuantos folletos pero la mayoría me los niegan, sin darme cuenta, ya había pasado una hora desde que intento repartirlos inútilmente.
Marcus podrá ser una buena persona pero como jefe es una mierda y se que si vuelvo con folletos y sin vender nada, me echará de patadas a la calle.
Tengo que mejorar mi actitud.
Me acerco a un grupo de personas que tienen finta de saber de instrumentos musicales (Mera corazonada) y pongo mi mayor sonrisa.
—Hola buenas tardes, lamento interrumpirlos, ¿A alguno le gusta tocar algún instrumento musical?— pregunto y entre ellos se voltean a ver.
—A ellos tres— señala una chica a dos hombres y una mujer.
—Excelente, miren, mi nombre es Laila Black y trabajo en esa tienda de guitarras— señalo la tienda— Estamos ofreciendo la venta de dos guitarras por una sola, una oferta muy tentadora a mi parecer ya que estos instrumentos suelen ser caros y más si son de excelente calidad como son las nuestras.
—No estamos interesados— contesta uno de los tipos.
—¿Seguro? Yo no dejaría ir esta oportunidad de oro, solo piénsalo, son dos guitarras por una sola, y es más, en la venta de otra guitarra te rebajo el veinte por ciento, ¿Tocan en alguna banda?
—Si— contesta la chica.
—Excelente, así podrán tener los tres unas guitarras nuevas y bonitas para sus presentaciones, y por cierto, mi jefe también las decora, les imprime e incluso el las dibuja con alguna foto o imagen a elección del cliente con un pequeño precio ¿Que me dicen?

ESTÁS LEYENDO
La Decisión Correcta
RomansaExisten ocasiones en que el destino te pone caminos en que no sabes que hacer, que pensar o como actuar Te pone en situaciones en que debes escoger cual es La Decisión Correcta