La Decisión Correcta

Capitulo 58

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Laila Black

Desconocido

Un sentimiento de preocupación no deja de inundarme desde hace tres semanas, Abraham prometió que vendría cada cierto tiempo y no lo ha cumplido.

Aunque mi corazón me dice que confíe en el, que si no ha venido es por alguna razón importante, mi cabeza no me deja descansar diciendo que se dió por vencido en esto.

El hecho de que Dahlia tampoco esté aquí aumenta mi ansiedad por completo, se fue hace una semana y media después de haber pasado casi tres semanas conmigo, no ha regresado aún.

Me observo en el espejo y veo un pequeño bulto, cosa que me alegra, no se había notado absolutamente nada, aunque el doctor me había dicho que eso era normal en ciertos embarazos, la preocupación no se iba.

—Deja de pensar y come por favor— Marina me reprende haciéndome salir de mis pensamientos.

—Lo siento— pruebo la sopa que había preparado, estaba deliciosa.

—Deja de pensar en eso mi niña, pronto vendrá.

—Se supone que debió venir hace dos semanas— refuto cruzándome de brazos— Tengo miedo Marina, voy a enloquecer sin saber nada sobre lo que esta pasando.

La mujer se queda sin palabras.

—Marina— Erwin irrumpe la cocina— Hay dos hombres afuera, piden hablar con la señorita Laila.

Ambas fruncimos el ceño ¿Cómo me encontraron?

Marina se levanta rápidamente— No te muevas, voy a ver de quien se trata.

Un miedo comienza a apoderarme cuando me quedo sola en la cocina ¿De quien se trata? ¿Serán policías? ¿Vendrán a llevarme por la fuerza?

Todo rastro de miedo desaparece cuando Alex y Azael Grayson entran a la cocina.

—Chicos— murmuro caminando hacia ellos y abrazándolos.

—Que cálida bienvenida— comenta Alex con su tono burlón de siempre.

Me separo de ellos con una enorme sonrisa.

—¿Qu-e.. Que hacen aquí? ¿Cómo me encontraron?— pregunto emocionada.

—Un pajarito nos dijo la dirección.

—Y también nos contó acerca de que la familia está por crecer aun mas— la vista de Azael viaja a mi pequeño vientre que lograba notarse con el top que traía puesto— Muchas felicidades Laila.

Hago un puchero y lo abrazo nuevamente— Gracias, fue algo claramente no planeado pero, me emociona bastante.

—Lo imagino, es una clara señal de que siempre hay algo bueno dentro de lo malo.

Mi sonrisa decae un poco pero me esfuerzo en disimular.

—¿Y bien? ¿Qué será? Sobrina o sobrino— Alex pregunta agachándose un poco y viendo con detenimiento el pequeño bulto en mi panza, como si lo analizara a gran profundidad.

—No lo sé— me encojo de hombros— Este pueblo apenas tiene luz, no hay gran tecnología como para tener un equipo de ultrasonido para identificar su sexo.

—¿Y como supiste que estabas embarazada?— pregunta Azael.

—Mediante unos análisis y métodos del doctor, posteriormente tomó mi sangre y la mandó hacia la capital donde se lo confirmaron hasta  semanas después.