Capitulo 49

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La cruda verdad

Abraham Grayson

Ohio

El evento de la cata de vino había iniciado, dirigir todo había sido un martirio, los influencers habían tardado en llegar, los meseros habían tardado en traer los vinos lo cual fue inaceptable tomando en cuenta la temática del evento, hubo más gente de lo planeado por lo tanto no había tantas sillas y mesas, tuvimos que ir hacia la ciudad a rentar más.

Sin contar que al ser uno de nuestros socios más importantes, contamos con un dron y personas mas calificadas para tomar las fotografías y videos del evento.

—¿Estresado?— me pregunta Jacob Ibia.

—Ni que lo digas— bebo una copa de vino que me ofreció un mesero.

—Me sorprendió verte en este evento, usualmente suelen traer a sus empleados, me siento algo ofendido que en mi evento no fueran en persona— comenta bebiendo de su vino.

—Créeme, por mi fuera estaría en mi casa bebiendo champagne a lado de mi mujer y mi hija— digo sin pensar— Andrés me obligó a hacerme cargo personalmente.

—¿Qué haría Zac si se entera de lo que me estás diciendo?— pregunta soltando una risita.

—No creo que me dé un abrazo— respondo haciéndolo reír más.

—Lo dudo mucho— secunda— No es que yo sea un chismoso, pero hay una mujer que no te aparta la mirada de encima.

—No me interesa— digo enseguida.

—Tu sabrás, pero está viendo hacia acá y su mirada puede intimidar hasta un hombre como yo— señala con su dedo índice, ruedo los ojos volteando hacia donde señalaba y un escalofrío me recorre al ver a Grace Black tomando una copa sin apartar la mirada.

—Si me disculpas...

Camino hacia la mujer que fingía indiferencia apartando la mirada.

—¿Que haces aquí?

—Aush ¿Ni siquiera un "Hola Shiara ¿Como estas"?— pregunta con tono burlón.

—¿Segura que debo llamarte Shiara? No me digas que no te gusta que te digan Grace.

—Honestamente nunca me gustó del to...

—¿Que diablos quieres?— pregunto exasperado.

Guarda silencio un segundo y sonríe coqueta— No me hables así cariño, soy una mujer sensible.

Con una mano acaricia mi mejilla.

—Solo quería verte.

Asiento levemente, la tomo de la muñeca y bajo su mano.

—No vuelvas a tocarme— amenazo— ¿Vas a decirme que haces aquí?

—Solo quería pasar tiempo contigo, ahora que Laila se la pasa contigo, no hemos tenido tiempo de estar juntos.

—Déjame en paz.

—Imposible, aun tengo muchos planes— me quita mi copa y bebe de ella.

—¿Ah sí? ¿Como cuales?

—Diversión, así de simple ¿Ya le dijiste a Laila sobre nosotros?— pregunta tomando mi hombro— Yo que tú tendría cuidado, no vaya a ser que llegue alguien más y se lo diga.

Nuevamente tomo su muñeca pero no la suelto— Si se lo llegas a decir, te juro que...

—¿Es una amenaza?— un toque de locura brillo en sus ojos por un microsegundo lo cual me desconcierta— ¿Me estás amenazando? Oh si me estas amenazando, te vas arrepentir de ello.

La Decisión CorrectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora