Capitulo 39

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Mundos diferentes

Laila Black 

Nueva York

Tres días habían pasado de ese día, había olvidado que tan difícil era conseguir empleo, cafeterías, tiendas de ropa, zapaterías, restaurantes y nada ¡No había nada!

En estos momentos extraño a Marcus, fácilmente me hubiese conseguido un empleo.

Hoy quedé de verme con Alexa, prometí que iríamos al parque y le compraría un helado así que aquí me ven, nuevamente en la puerta de la casa Grayson.

Sasha abre la puerta y me abraza al instante.

—No tienes idea de cuanto te extraño aquí, ahora que no estás y tampoco la traidora de Nedra, me siento sumamente sola.

—Me disculpo— digo honestamente— Si te sirve de algo, yo también te extraño, mis mañanas no son lo mismo sin mi café que preparabas.

—¡Laila!— gritan desde adentro, veo sobre el hombro de mi amiga rubia y veo a mi niña bajando las escaleras corriendo.

Cuando llega hacia nosotras, me abraza fuertemente.

—Estoy lista ¿Podemos irnos ya?— pregunta emocionada y yo asiento.

—Claro que si, vámonos— la tomo de la mano— Adiós Sasha.

—Diviértanse— contesta y yo asiento saliendo de la casa.

Cuando estamos cruzando medio jardín vemos a un auto entrar al fraccionamiento que se detiene frente a nosotras.

—¡Papi!— grita Alexa corriendo hacia el auto, de él se baja Abraham.

Wow... es decir... Wow.

Había dejado de lado su saco dejando ver su camisa azul arremangada a los codos que combinaba a la perfección con su pantalón de vestir negro.

—Hola Black— me saluda mientras cargaba a su hija en brazos.

—Joven— respondo, al instante me doy cuenta de lo que dije, volví a llamarlo como lo hacía cuando trabajaba con él.

—¿Volvimos a las formalidades? — pregunta alzando una ceja.

—Puede ser— contesto y él solamente suelta una risita antes de voltear hacia su hija.

—Se que habían quedado en ir solo ustedes al parque, pero ¿Podría estar invitado también?

Alexa se lleva la mano a su babilla como si lo pensara demás— Mmm... ¿Qué opinas Laila? ¿Dejamos que papá vaya a nuestro día de chicas? — pregunta divertida.

—No lo sé, no se ve como una chica— bromeo escaneando al hombre frente a mi.

—Puedo ser una linda chica— dice Abraham un tanto ofendido— Solo no hablen de chicos frente a mí.

—¿Por que? — pregunta su hija divertida.

—Porque tú eres muy pequeña para pensar en eso— responde y las dos soltamos una gran risa.

—Bien, está invitado— contesto.

Los tres subimos hacia su auto y condució hacia un parque, al llegar, bajamos y enseguida noto como Alexa veía hacia todos lados emocionada.

No era un parque de diversiones, era uno simple, con los juegos más comunes como una resbaladilla, sube y baja, pasamanos y todo eso.

Caminamos hacia los juegos donde Alexa los veía maravillada.

La Decisión CorrectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora