Capitulo 23

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Bienvenido a casa, Nick

Laila Black

Nueva York

Alexa había estado un poco decaída lo que restó de la semana, casi no había querido hablar con nadie, pero al prepararle un día de películas Disney mientras comíamos helado, le había mejorado el humor radicalmente, se podría decir que ya había olvidado el asunto de Brenda y más que en la escuela no le habían dicho nada

En cuanto a mi... No había contado con la misma suerte, al día siguiente del incidente, me citaron en dirección donde me dijeron mil y un discursos de como la violencia no es una solución y que debería poner el ejemplo, habría olvidado todo lo que me dijeron para las diez de la mañana de no ser que me informaron que cuando el joven Abraham regrese de su viaje, lo citarían en la escuela y lo pondrían al tanto

En otras palabras: Tenia mis días como niñera contados

Tengo una débil esperanza de que comprenda del por qué sucedieron las cosas y entienda mi situación, pero es el joven Grayson, así que no sabía que esperar

—¿Que me voy a llevar? Si me llevo mi piyama verde me dará calor pero si me pongo la amarilla me dará frio, pero la gris no me gusta— Alexa estaba yendo y viniendo con sus pijamas en mano buscando cual llevarse

Mañana se iría a su primera pijamada con sus compañeras y aunque lo negara, le alegraba rotundamente

—Puedes llevarte la rosa— Opino sentada en su cama mientras la veía

Se detiene y me observa como si trajera un grano en la frente—¿La rosa no se ve muy infantil?

—¿Cuantos años tienes?— Me hace mala cara y decide ignorarme haciendo que me ría con ganas— Alexa solo es una pijamada, llévate con la que te sientas más cómoda

Lo piensa unos segundos antes de echar las tres pijamas en su mochila

—Ya está todo

Niego con la cabeza divertida antes de cerrar su mochila para mañana

***

Al día siguiente

—¿No puedes hacer el moño más ajustado? Siento que se va a caer— Alexa reniega mientras yo la peinaba frente a su peinador

—Si la hago más ajustado te dolerá la cabeza después— Le explico terminando de amarrarle el cabello

Hace una mueca— Ok... Gracias, te quedo muy bonito

Sonrío—De nada, ahora cámbiate — Dejo el cepillo en su peinador y salgo de la habitación yendo hacia mi habitación donde mi teléfono comienza a sonar

Lo tomo de la mesa de noche y me sorprendo al tener dos llamadas perdidas por parte de Dominick, más la que estaba entrando en ese momento

Suspiro armándome de valor, tarde o temprano tendría que hablar con ellos

Le doy clic en el botón de contestar y me llevo el celular a mi oído

—¿Si?

—También me da gusto hablar contigo Laila

Hazte la dura, estas enojada con el— ¿Qué quieres Dominick? Contarme más mentiras supongo

—Sabes que no me gusta mentir

—Y de igual forma lo haces ¿Qué quieres?

—Explicarte del por qué lo ocultamos

—No quiero saberlo— Mentira, si lo quería saber

La Decisión CorrectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora