Capítulo 70

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El silencio en aquella azotea a medias derrumbar no era una opción para sus ocupantes. La tensión se cortaba con las uñas. Las palabras altisonantes y bastantes amenazas eran el diálogo preferido de uno de los involucrados y mayor afectados hasta entonces.

Clark no detenía su portentosa voz muy a pesar de sus heridas, mismas que aún no comenzaban a cerrar y no por decisión propia, sino por la kriptonita que Batman guardaba muy cerca del hombre de acero, cuyo cuerpo yacía atado y acomodado sobre los escombros de la azotea.

-¡Voy a destruirte! –Gritaba Clark aun cuando soltaba gruñidos de dolor-.

-Clark, ¿quieres calmarte? –Habló Batman entre tanto se ocupaba de posar un vaso de café frente a la cara del superhombre-. Ni siquiera puedes hablar correctamente.

-¡Si no tuvieras esa maldita kriptonita, tú serías quien no hablaría bien! ¡Deshazte de ella y veamos cuanto tiempo duras charlando conmigo! –Gritaba furioso, entre balbuceos, pero sin dejar de otorgar una mirada de ira y descontrol, incluso más cuando fijaba sus ojos en aquella piedra verde y luminosa en forma de nudilleras que permanecían en las manos de Bruce-.

-Clark, estamos perdiendo tiempo. Sólo quiero hablar.

-¡Pagarás por esto! ¡Tú y el hijo delincuente que tienes!

-Amenazar a mi familia no mejora en nada nuestra conversación. –Acotó Batman retirando la oferta del café y colocándolo a un lado para beber del suyo-.

-¡BRUCEEEEEEEE! –Gritó Clark desesperado-.

Por su cuenta y del otro lado de la azotea en ruinas, los más jóvenes escucharon el berrido del hombre kriptoniano. A algunos se les erizó la espalda mientras que otros sintieron algo de pena ajena.

-Enfadado es poco. –Habló Richard bebiendo de su café-.

-Sólo hay que ver cómo te dejó. –Acotó Timothy mientras revisaba y atendía a un Conner desorientado, balbuceante y aletargado, quien se había acomodado muy cerca del tercer petirrojo para recibir las atenciones-.

-Yo... yo en serio quise darle tiempo a Jonathan... Ya sabes, uno cuando es joven puede hacer locuras por amor, ¿no crees? –Sugirió Conner acercando su rostro al de Tim, quien terminaba de vendar el brazo del chico herido-.

-Cierto... Uno puede ser un verdadero tonto... -Añadió Jason empujando a Timothy para ocupar su lugar y terminar de ajustar las vendas al brazo de Conner-.

Tim sonrió comprendiendo el trasfondo; por lo que dejó a Jason continuar.

-¿Qué con esa actitud? –Conner indagó casi desmayándose otra vez-. ¿Qué haces? Tim... Tim estaba encargándose de eso...

-¡Pues ya no! Se estaba tardando mucho; mejor lo hago yo. –Respondió Jason siendo algo brusco con el vendaje-. ¡Listo, terminé! –Exclamó casi aventando el brazo de Conner, quien se quejó y se extrañó por esa actitud-.

-No preguntes; sólo aléjate de ellos... -Comentó Dick a Conner mientras terminaba de comer su panecillo-.

Conner se quedó pensando unos momentos, luego sonrió.

-¿Qué... qué se supone que significa eso? –Inquirió algo confundido, pero en cuanto vio a Timothy tomar la mano de Jason y alejarse un tanto, Conner creyó comprender-. No... no... no me digas que esos dos... Esos dos finalmente... -Murmuró-.

-Sí. No diré que estoy sorprendido, pero sí diré que aún no me acostumbro a eso... -Rumoreó Dick sentándose junto a Conner-.

El muchacho de acero suspiró indiferente, aunque bastante adolorido.

Por Favor, ¡No! Me Olvides [DamiJon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora