Por Favor, ¡No! Me Olvides [DamiJon]

Capítulo 23

-No quiero saber de ti nunca más, ni aunque recupere la memoria... -Jon completó-.

Jason reaccionó y volvió a tomarlo del brazo para alejarlo.

-Jon, basta... –Jason le murmuró interponiéndose entre ellos-.

-¡NO! ¡Él debe saber cuánto lo detesto! Y le debe quedar bien claro que no quiero tener ninguna relación con él...

-Jon... No creo que sea el momento adecuado par...

-¡NO TE AMO, DAMIAN! ¡PORQUE QUIEN OCUPA MI CORAZÓN ES JASON! –Jon gritó en el instante de tomar al renegado de su ropa y atraerlo para besar sus labios-.

Jason se estremeció. Damian se pasmó inmediatamente cuando la sangre se alejó de sus extremidades y se juntó en su pecho y estómago, provocándole un profundo y aterrador dolor. Fue tan fuerte que quiso vomitar. Incluso dejó de respirar inconscientemente para intentar aminorar la sensación.

Jon abandonó la boca de Jason y dirigió sus ojos al petirrojo. Damian percibió esa mirada de desdén y menosprecio. El dolor no se iba y no le permitía concentrarse. Los segundos se convirtieron en horas al observar a Jon ser tan cruel. Ni siquiera supo en qué momento su vista se nubló para luego cegarse con lágrimas. La presión aumentaba y no podía soportar el sufrimiento.

Jason empujó a Jon mientras miraba sumamente preocupado a Damian. Se dirigió corriendo hacia él al percatarse que no se movía.

-Damian... -Jason llamó un poco asustado y preocupado-.

El chico se soltó a llorar irremediablemente, luego giró sobre sí mismo y huyó deprisa hacía los árboles. Jason lo perdió inmediatamente de vista. Intentó seguirlo, pero las sombras del follaje camuflaron muy bien al experto Robin.

-¡DAMIAN! –Jason gritó-. ¡DAMIAN! ¡Damian, vuelve!

Jason se adentró un poco entre los árboles. Abandonó por algunos minutos a Jon quien se dejó caer sobre el césped. También se soltó a llorar.

-¡Maldita sea! ¡¿Por qué no traje mi comunicador?! –Jason se reprendía a sí mismo-. -Damian no puede andar por ahí solo, estoy seguro que esos extraños sujetos no se han dado por vencidos con nosotros. ¡DAMIAN! –Volvió a llamar-.

Jason dio un par de vueltas a los alrededores. Comenzaba a angustiarse. Pero algo llegó a su mente y lo hizo detenerse sonriendo. Sacó su teléfono para tratar de encontrar su señal. Y efectivamente, ahí estaba. Por fin pudo respirar tranquilo.

-Al menos no fuiste muy lejos.

Jason bajó los hombros para disminuir la tensión. Sin embargo, había un asunto para corregir inmediatamente.

-Debo detener esto antes de que crezca, luego iré a buscarte, pequeño hermanito demente... -Jason dijo dando media vuelta y regresando sobre sus pasos-.

Fue la raíz de un árbol la que detuvo la huida de Damian. El chico cayó lastimándose la muñeca. Y aun así, el dolor no era comparable a lo que en su pecho resentía. Se arrastró hasta el abrigo de un tronco y desinhibidamente, liberó el estrés a través del llanto.

Su pecho le dolía y no tuvo otra opción que aferrarse a él con sus piernas y brazos. Escuchaba a Jason llamándolo, pero de ningún modo iba a darle la cara. Se sentía miserable, avergonzado y adolorido. No era capaz de contener el llanto, y de todas formas, no quería hacerlo.

Jason salió de entre los arbustos y se dirigió ofuscado hacia Jon.

-¿Qué rayos ocurre contigo? ¿Por qué demonios hiciste eso? Creí que se iban a comportar como personas maduras. ¡¿Cómo rayos te atreviste?! –Gritó mientras se dirigía a Jon-.