Por Favor, ¡No! Me Olvides [DamiJon]

Capítulo 32

La decisión ya había sido elegida; lo que más deseaba en ese instante tan frívolo, tan dramático e irónico, era pertenecer a Damian y al mismo tiempo, ser su dueño. O de eso nacía su inspiración, pues no hallaba un objetivo mejor para continuar aquella caminata agotadora y aburrida. Llevaban al menos tres horas andando con árboles a la vista, follaje y algo de brisa que comenzaba a refrescar el ambiente. La zona se había vuelto tan fría que Jon se frotaba los brazos buscando sacudirse la gélida sensación. Aunque si lo reflexionaba mejor, el ambiente no era tan frío como la nula conversación que "no" estaban teniendo. El silencio se había prolongado más allá de los centenares de pasos que ya habían abandonado sobre el inexistente sendero. A Jon no se le ocurría nada para intercambiar algunas palabras y de cierto modo, la ofensa que sintió antes no se había atenuado. Esa terrible personalidad que Damian liberaba lo enervaba. Ante sus ojos era el mismo muchacho que vio al despertar, sin embargo, en su corazón lo percibía distinto, completamente diferente, tan ajeno que empezó a creer que en realidad le era familiar, que así era realmente. Pero incluso de ese modo, sintió como si le ocultara algo importante, algo que lo cambiaría todo.

"¿Realmente me odia?" Jon se interrogó interrumpiendo la sensación en su pecho. "¿Es eso? ¿En realidad quiso castigarme? ¿Pero por qué? ¿Qué le hice antes de olvidarlo? ¿Fue tan horrible que por eso quiso desquitarse?" Jon suspiró deteniendo brevemente sus pasos. Dejó que Damian avanzara algunos metros solo y cuando el mayor se percató de su ausencia, también se detuvo. El ojiazul volvió a acariciar sus brazos tratando de conseguir un poco de calor.

-¿Tienes frío? –Damian demandó regresando sobre su camino-.

Jon dudó unos instantes, pues pensó que había sido su imaginación que le inventaba el comienzo de un diálogo.

-Jon, ¿tienes frío? –El mayor repitió interrogando-.

-No-no... no es asunto tuyo... -Jon respondió virando la mirada-.

-Mi capa...

-¿Qué?

-Te di mi capa, ¿dónde la dejaste?

-¿Qué?

-Mi capa... Te la di... Te pregunto sobre la ubicación de ¡mi capa...! ¿Dónde está?

-¿Cuál capa?

-Mi capa... Antes de venir aquí, te cubrí con ella para que tu temperatura se conservara. ¿Dónde la dejaste?

-¿Qué? ¿Es en serio? –Jon se pausó unos segundos antes de contestar molesto mirando la seriedad con la que Damian hablaba-. ¿En serio? ¡No puedo creerlo! ¿Y cómo quieres que sepa eso? Ni siquiera sé dónde estoy yo, ¿cómo demonios voy a saber dónde rayos está tu trapo mugroso?

-No es ningún trapo... -Damian contestó develando su inconformidad-. Es una pieza textil de alta calidad fabricada con fibras naturales destinadas a ser dóciles con la piel, así también su complexión artificial, cuya tarea era protegerme de cualquier eventualidad, incluidos golpes, disparos de diferentes calibres, explosiones y fuego, entre otras cosas. Además era parte de mi uniforme...

Jon frunció el ceño. Lo molestó el hecho de oírlo hablar desmedidamente motivado por una prenda.

-¿Dón-de la de-jas-te?

-¡Tu pregunta es tonta! ¡No lo sé!

-Debiste conservarla, ahora se ve que la necesitas...

-¡No la necesito! ¡Déjame en paz! Además, ¿cómo querías que me preocupara por tu estúpido trapo cuando me estaban secuestrando? ¡Ni siquiera me acuerdo de cómo fue que pasó lo que pasó!