Capítulo 12

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-¿Jo... Jon? –Damian le preguntó temeroso-.

Jon lo observó exhausto, a punto de desmayarse.

-¿Qui... quién, quién... eres...? –Jon alcanzó a decir antes de caer inconsciente al suelo-.

Damian se lamentaba mientras recordaba las últimas palabras de Jon. Ya era más de medio día y Jon aún no despertaba. Debió estar más cansado de lo que cualquiera esperaría. Y el hecho de que Damian mantuviera el batarang de kriptonita fuera del estuche de plomo, no ayudaba mucho a la causa.

Con cuerdas, mantenía a Jon maniatado, inmovilizado y recostado junto a la fogata que Damian había encendido. Entre sus manos construía un pequeño colgante. En él, Damian colocó un pequeño trozo de kriptonita que arrancó del arma. Lo suficientemente pequeño para que no hiriera de gravedad a Jon, sólo lo necesario para restringir sus habilidades. Con un pequeño cordón, Damian terminó su collar improvisado de kriptonita, lo colocó alrededor de su propio cuello y lo ocultó bajo su uniforme. Guardó inmediatamente el resto. Ahora sólo debía esperar.

Damian miró la herida que Jon llevaba en el hombro por culpa del batarang. Aún sangraba un poco. Quiso curarlo, pero decidió mejor esperar a que despertara. No quería hacerlo mientras él dormía. Pues no quería citar malos entendidos si Jon despertaba a mitad del proceso y malinterpretaba todo. Así que estrictamente se alejó sentándose al otro lado de la fogata.

Damian pensaba en la actitud de su pequeño compañero. ¿Realmente era cierto que él no lo reconocía? ¿Pero por qué? ¿Qué lo hizo olvidarlo? ¿Podría ser que ese grupo de imbéciles le dio algo para hacerle olvidar su situación? ¿O una de esas esferas lo golpeó y la sacudida fue tan fuerte que lo hizo perder la memoria? ¿O durante la caída libre...?

-¡Eso es! –Damian exclamó-. ¡La caída!

Damian recordó la herida en la cabeza de Jon.

-¡Eso pudo ser! ¡Se golpeó la cabeza al aterrizar!

Damian seguía pensando, pero sólo obtendría respuestas hasta hablar con Jon.

De ese modo, pasaron un par de minutos hasta que poco a poco, el sueño fue venciendo al actual Robin. El resto del día siguió avanzando. Prontamente, la puesta de Sol los había alcanzado.

Damian seguía dormitando mientras entre sueños escuchó ruiditos raros. Rápidamente se levantó alertado. Y mayor fue su sorpresa al ver a Jon despierto tratando de romper sus ataduras. En cuanto el chico miró que Damian había despertado se sobrecogió. Detuvo cualquier intento.

-Jon... -Damian habló al sentarse y tratar de acercarse-.

-No te acerques... -Jon habló temeroso-.

A Damian le sorprendió la petición. Respiró para tratar de controlar la situación. Comenzó a gatear, acercándose lentamente y con cuidado hacia Jon. Éste encogió las piernas y siguió luchando con las cuerdas que lo retenían.

-Jon, soy yo, Damian. -Dijo mientras acortó severamente la distancia entre ellos-.

-¿Quién eres y qué quieres de mí? –Jon exclamó-. ¡Déjame ir!

Damian llegó a su lado. Suspiró profundamente.

-¿Esto es en serio? ¿De verdad no sabes quién soy? –Damian preguntó-.

Jon lo miró directo a los ojos. Ambos se quedaron estáticos. Los ojos de Jon se llenaron rápidamente de lágrimas.

-¡No... no sé quién eres...! ¡Ni siquiera sé quién soy y qué estoy haciendo aquí! –Jon respondió soltándose a llorar-. ¡Por favor, déjame ir! –Suplicó-.

Por Favor, ¡No! Me Olvides [DamiJon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora