Después de aquel verano nada volvió a ser igual.
Fingir no conocer a la persona por la cual tienes demasiados sentimientos puede ser algo doloroso, pero vivir con la ausencia de un ser querido puede doler más.
¿Sabrán volver a la normalidad aún cuan...
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Sarah
Habíamos llegado a casa a eso de la 1 de la madrugada, habíamos pasado un buen momento recordando todo lo que habíamos vivido juntos.
Ni siquiera me había dado cuenta de lo triste que había estado los últimos meses hasta ahora que me sentí bien al saber que todo volvía a la normalidad.
Justo ahora me encontraba en el patio trasero con los pies metidos en la piscina, todos estaban dormidos a excepción de mí.
Y del aún no llegado Conrad.
Ah sí, cuando llegamos el susodicho aún no había estado en casa pero nos evitamos el hacer preguntas o llamarle.
Me puse mis auriculares tratando de despejar un poco mi mente, la única luz tenue que había era la de la luna.
4:30 in Toronto fue la primera canción en reproducirse, cerré mis ojos tratando de despejarme un momento para ver si conseguía conciliar el sueño.
— Qué haces despierta?—. Conrad me quitó un audífono llamando mi atención.
— Qué?
— Que qué estás haciendo despierta, ya viste la hora que es?
Fue en ese momento en el que repare en su apariencia, la cual era muy distinta a la que tenía antes de irnos a cenar. Su pelo estaba más desordenado de lo normal y su camisa estaba entre abierta, sin pasar por alto las manchas de maquillaje que tenía en el rostro.
Solamente eso basto para saber qué había estado haciendo todo este tiempo.
— Sí, ya ví la hora, eso no debería de importarte.
— Baja la voz, puedes despertarlos—. Dijo sentandose a un lado mío, dejando sus zapatos a un lado para igual meter sus pies al agua.
— Puedo preguntarte en dónde estabas?
— Con Olivia.
Asentí sin querer saber más específicamente los detalles. Ambos nos quedamos en silencio viendo a la nada.
— Oye Sarah...
— Dime—. Lo mire.
— Creo que estoy algo tomado, todo se está moviendo—. Me miró sonriente.
Y vaya que estás borracho amigo.
— Fuiste de fiesta? Pensé que estarías cenando.
— Nop, Olivia es más de ir a fiestas así que tuve que cambiar la reservación para otro día, tal vez podamos ir todos juntos ahí.
— Sí, tú pagarías ya que está vez nos has dejado plantados.
— No los dejé plantados—. Me miró frunciendo el ceño—. Ya les había avisado que no iría.
