Después de aquel verano nada volvió a ser igual.
Fingir no conocer a la persona por la cual tienes demasiados sentimientos puede ser algo doloroso, pero vivir con la ausencia de un ser querido puede doler más.
¿Sabrán volver a la normalidad aún cuan...
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Sarah
No sabía cuánto tiempo había dormido, pero el sol que se colaba por la ventana hizo que mi cabeza empezará a palpitar más de lo normal.
— Bonita resaca, Sarah.
Hice una mueca al escuchar la voz de Conrad proveniente del suelo, cuando baje la mirada para verlo encontré algunas sábanas y almohadas ahí.
— Qué haces aquí? Y cómo pase de la ducha a la cama?
— Respuesta número uno; pensé que dejarte dormir ebria y sola sería una mala idea en caso de que te ahogaras entre la noche así que me sacrifique a dormir con una borracha en el piso—. Sonreí ante su estúpida respuesta—. La respuesta número dos; te quedaste dormida en ropa interior así que te saque de la ducha, aún con ropa interior, y te puse una gran camisa de papá por encima y después con mucho cuidado te quite la ropa interior.
— Me viste desnuda!?—. Me levanté asustada a lo que él negó rápidamente.
— No escuchaste? Te puse la ropa por en cima, aunque ahora seguro estás desnuda.
Fue cuando caí en cuenta que lo único que tenía para cubrirme era la camisa del señor Fisher.
— Más te vale, Connie.
Rió levantándose del suelo.
— Te duele mucho?—. Tocó mi frente, tal vez para comprobar que no tuviera fiebre.
— No, descuida.
— Eres una mentirosa, Sarah.
Me pego levemente en la cabeza aunque ese pequeño golpeé basto para que la cabeza me doliera aún más.
— Imbécil.
— Sí, claro. Anda vamos, te prepararé el desayuno.
— Así será siempre que amanezca ebria? Para empezar a ser una alcohólica.
— Cierra la boca y no, solamente porque hoy me levanté de buen humor te haré el desayuno. Qué quieres comer?
— Donas glaseada, un frappé de oreo y panqueques?
— Sí sabes que para las dos primeras tengo que ir a comprarlas a vete saber dónde?
— En serio me siento súper mal, Connie, siento que la cabeza me palpita y en cualquier momento me desmayare y sufriré un infarto si no como eso—. Me deje caer sobre su cuerpo con la esperanza de que me sostuviera para aumentar el dramatismo, y en efecto funcionó.
Escuché como se rió para volver a levantarme.
— Eres insoportable, vamos.
— Puedo poner yo la música?
— Como sea.
Grite emocionada y baje las escaleras corriendo, dejándolo solo atrás. Subí a su auto picándole al botón de encendido.
