Después de aquel verano nada volvió a ser igual.
Fingir no conocer a la persona por la cual tienes demasiados sentimientos puede ser algo doloroso, pero vivir con la ausencia de un ser querido puede doler más.
¿Sabrán volver a la normalidad aún cuan...
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Sarah
Habían pasado varios meses desde que el verano había terminado, ya estábamos en vísperas de navidad y todo parecía ir de maravilla, la comunicación con los chicos seguía siendo la misma de siempre.
— entonces te vas de nuevo?—. Liam se dejó caer en mi cama a lo que yo asentí cerrando mi maleta.
— está vez pasaremos la navidad en casa de mamá así que algunos ya deben de estar ahí.
— steven me mandó un mensaje hace unos días, algo de que oficialmente iba a ser su padrino—. Reí ante tu cara de confusión.
— nada de lo que steven diga tiene sentido así que olvídalo.
Me ayudó a cargar mis maletas hasta la entrada de mi departamento a dónde Conrad no tardaría en llegar.
— creo que mejor me iré antes de que llegue tu novio, no quiero problemas.
— ay por favor, ni que te vaya a golpear—. Le dí un leve empujón por el hombro a lo que sonrió.
— honestamente si un chico como yo estuviera con mi novia a solas en su departamento, me molestaría.
— un chico como tú?
— ya sabes, irresistible y encantador.
Ambos empezamos a reír sin prestar atención a la persona que entraba a mi departamento, Conrad tosió muy falsamente llamando nuestra atención.
— llegaste!—. Fui a abrazarlo con mucho entusiasmo, hablábamos todos los días pero había pasado un mes sin vernos en persona.
Cuando pensé que iba a saludar a Liam, planto un beso en mis labios algo desesperado haciendo a mi cara arder.
— wow qué—. Pregunté con la respiración agitada viendo sus labios con algo de labial.
— te lo dijeeee—. Mi amigo se poso a un lado mío con una sonrisa divertida, extendió su mano hacia conrad quien la estrechó con amabilidad—. Un gusto verte de nuevo, Conrad.
— claro, vamos ya sarah? Steven no deja de mandarme mensajes sobre cuándo llegaremos a casa.
Asentí acomodando mi ropa, mire a Liam quién me sonrió; me acerque a darle un abrazo de despedida.
— que pases una linda navidad, li.
— igualmente, te quiero—. Dejo un beso en mi mejilla y salí de ahí con Conrad arrastrando mis maletas.
Íbamos en el elevador cuando por fin rompí el silencio entre nosotros.
— esperaba un reencuentro más romántico, connie—. Recargue mi cabeza en su hombros—. Que aburrido fue eso de arriba.
— no podía arruinar la despedida de Liam.
Reí en su cara causando que me mirara con ambas cejas alzadas, lo abrace por la cintura justo en el momento en el que las puertas de metal se abrieron.
