XXIV.- fights and confusion

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Sarah

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Sarah

Habían pasado varios días desde que me pusieron las puntadas, hoy era el último día con ellas. Durante este breve tiempo todos estuvieron más serviciales de lo normal, incluso Conrad quién no había dejado la casa a menos que tuviera que salir conmigo.

— Ya me puedo mover sin que me duela, no es necesario que me sigas cargando.

— Prefiero no correr riesgos.

Me sentó en el sofá junto a todos los demás.

— Ha llegado nuestra lisiada favorita—. Dijo Taylor poniendo el recipiente de chucherías en mi regazo.

— Ay ya, Sarah, seguro ni te duele nada, solamente quieres seguir teniendo los privilegios del enfermo—. Steven se quejo mirándome con resentimiento fingido.

— Gracias por preocuparte día a día por mí.

— De nada—. Se metió un puño de palomitas a la boca, ahogándose con ellas en el proceso.

— El karma—. Grito Jeremiah haciéndonos reír.

El timbre de la casa sonó provocando que las risas cesarán y todos nos miraramos confundidos ya que no esperábamos a nadie.

— Ah, seguro son las pizzas que pedí.

— Conrad Fisher pidiendo comida para todos? El día está más raro de lo normal.

— Solamente pedí una—. Se encogió de hombros ante la burla de su hermano.

— Y la mitad es para mí, verdad?—. Sonreí cuando asintió antes de abrir la puerta.

Aunque la sonrisa se borró al ver quién en realidad estaba fuera; Liv miraba a Conrad como si quisiera ahorcarlo.

Y no de una buena manera.

— Liv?

— Me dejaste plantada! Ni siquiera pudiste mandarme un maldito mensaje para avisarme que no podrías llegar. Todos estos días he estado esperando un maldito mensaje de disculpa y ni un buenos días te haz atrevido a mandar!

Sentí pena cuando la ví casi llorar y por un momento quise golpear a Conrad quién se encontraba con los ojos cerrados.

— Liv, lo siento. En realidad lo olvide, cuando llegamos de la playa Sarah se accidentó y estuve cuidando de ella al día siguiente así que no pude—. Fue interrumpido por la rubia.

— Sarah Sarah Sarah, por qué carajos es siempre ella la que te impide salir conmigo!?—. De pronto fui yo la que estaba roja de la vergüenza cuando me localizo con la mirada—. Te lo dije el día de la fiesta y te lo vuelvo a decir ahora; no eres su maldito papá, Conrad! Ya está demasiado grande para que seas tú el que la tenga que cuidar, además están todos ellos, por qué siempre tiene que buscarte a ti!

— No grites, vamos a hablar a fuera.

— Para qué? Para que tú maldita Sarah no escuché como es ella la que tiene la culpa de todo esto!? Me tiene harta, desde que se fue hasta que llegó ha sido tu maldito verdugo, no te das cuenta?

— Eh vamos Sarah, yo te llevo arriba—. Jeremiah se levantó incómodo para cargarme.

— Ah no—. Movió a Conrad de la puerta para acercarse hacia todos nosotros—. Tú te has encargado de hacer esto una maldita tortura, a caso no ves que si él sigue así es porque tú estás aquí? Le pides constantemente que avance -porque sí, me ha contado de todo eso que le dijiste- pero eres la primera en hacer que retroceda llegando con tu presencia aquí!

— Nunca le he dicho algo para que no lo haga, he intentado ayudarlo—. Respondí cansada de sus gritos.

— Eso crees? Pues fíjate que no está funcionando.

— Olivia ya basta, deja de hacer un espectáculo. Es la casa de mi mamá, no voy a seguir dejando que vengas aquí a hacer lo que se te dé la gana. Sí, estuvo mal el no avisarte pero eso no te da derecho a estar haciendo todo esto. Sarah ni siquiera tiene la culpa.

— Aquí vamos de nuevo—. Sonrió de manera irónica, las lágrimas se empezaban a acumular en sus ojos—. Sarah es solamente como mi hermana, Sarah es buena gente no merece que pienses así de ella, Sarah Sarah Sarah. Y yo qué, Conrad? Yo también tengo que tener un papel en tu vida si quieres que esto llegue a algo más.

— Okay, suficiente. Vamos a hablarlo a fuera.

Tomó a Liv del brazo arrastrándola hasta afuera, cerrando la puerta fuertemente.

Todos nos quedamos en un silencio abrumador, incluso Steven dejo el puño de palomitas a medio camino.

— Ha venido a gritarte a la cara?

— Taylor...

— Qué carajos se cree que es? Voy a ir ahí le arrancaré las malditas extensiones que trae.

La detuve por la blusa antes de que diera otro paso más ya que sabía que era posible de hacer tal cosa.

— No podemos empeorar las cosas, Taylor. Hay que dejar que hablen.

— Te está echando la culpa de todo y no es justo! Ni siquiera te conoce.

— Taylor tiene razón, más vale que Conrad controle a la que dice ser su novia antes de que las cosas se pongan peor—. Me sorprendí al escuchar el tono amenazador de Belly.

— Solamente está dolida, de ser yo ella creo que estaría igual. Conrad la ha dejado en el olvido todos estos días y es cierto que fue por mi culpa.

— Qué dices, loca? En serio que yo no sé cómo le haces para estar tan estúpida, Sarah, cada día me sorprendes más—. Steven lanzo sus palomitas molesto hacia la televisión—. Tú no tienes la culpa de que el idiota de Conrad no pueda ponerla a ella como prioridad!

— Creo que los insultos estaban de más, Stev.

— Sarah, no puedes culparte por algo en lo que no has interferido; mi hermano es quien ha decidió estar contigo en lugar de ella, tú nunca se lo has pedido.

— Pero pude negarme a sus servicios de ayuda.

— Cada vez eres más exasperante eh, que lo sepas.

— Cierra la boca, Steven. Además si yo fuera Conrad también hubiese preferido pasar mi tiempo contigo que con alguien más.

— No solo paso tiempo conmigo! También ha estado aquí por ustedes—.  Refute ante la insinuación de Taylor.

— Sigue engañando a tu corazón, pero yo sé que ayer estaban a punto de besarse de no haber sido porque llegué.

— Qué!?—. Todos me atacaron.

— Es mentira!—. Me puse roja de solo recordarlo—. Solamente había algo que me molestaba en el ojo y él me ayudó a ver qué era, al final me lo había rasguñado.

— No puede ser, tenías que llegar justo en ese momento, idiota?—. Steven le dio un golpe a Taylor.

— No sabía que se iban a besar!

— No nos íbamos a besar!

— Y por eso te pusiste roja cuando los ví, no?

— Ya cállate, Taylor.

— Te calla porque sabe que es verdad—. Se burló belly divertida.

— No, mejor guarden silencio para escuchad lo que pasa con lo de a afuera. Ya se están tardando mucho.

The Story of Us || Conrad FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora