¡NO ESTOY DE HUMOR!

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El tiempo continuaba pasando, el tiempo no se detiene, en un mundo lleno de cuadrados, donde lo primordial es sobrevivir, solo era cuestión de tiempo para que el humano se adaptara a su vida en el mundo salvaje.

Aunque pese a todo el tiempo invertido, construyendo un refugio y sobre todo recolectando comida, la chica de cabello naranja solo podía pensar en lo que le deparaba el futuro.

(¿Acaso está mal que me sienta cómoda con esto?)

Esas palabras rebotaban en su cabeza, mientras estaba de cuclillas esperando que el carbón encendido dentro del horno terminara de cocinar su comida, Creeperina ha estado viviendo durante unos días con Sonico, ya luego de tanto desmadre, no se encontraba descansando debajo del suelo en un cubo como cuarto, ahora estaba en un cubo propio como cuarto para cada uno, con su propia cama y no pegada toda la noche en un sitio apretado, aunque Sonico no es un arquitecto ni tampoco una persona muy creativa, por eso su hogar es bastante cuadrado y simple como si fuera construido por un niño de 5 años sin nada que hacer en su día y que iba a derrumbarlo de todos modos.

Pero se encontraba a gusto, aunque al sacar del horno un pedazo de carne con las manos desnudas, solo quiso imaginar de nuevo lo que era estar al aire libre y ciertamente.

¡NO LO EXTRAÑABA PARA NADA!

Sin embargo, Sonico tampoco tiene una gran cantidad de lujos, sigue sin conseguir hierro en las minas, volviendo con un montón de carbón y un rostro completamente frustrado y de inmediato se acuesta en la cama.

Luego de esa vez, en la que terminaron encerrados y Sonico no pudo terminar la cama a tiempo, estuvo durante unos 3 días haciendo expediciones solo intentando hallar algo de señales de vida, pero de igual forma volvía enojado y mayormente herido, por eso Creeperina burlándose suyo le ayudaba a tratar sus heridas al estar encerrados en casa.

Cuando Sonico perdió la esperanza de encontrar civilización se quedó pensativo durante un día completo, en su cama que evitaba sobre todo cualquier tipo de conversación con la chica de cabello naranja, a ella se sintió un poco abandona durante ese día que se entretuvo revisando las cosas de Sonico en su cofre.

El pensativo de Sonico ese día, era sobre cuál sería su siguiente movimiento, para luego al siguiente día empezar sus expediciones en busca de minerales con la finalidad de volverse mucho más fuerte.

Durante todos esos días, en lo que Sonico buscaba minerales y civilización, Creeperina estuvo navegando por los alrededores viendo algunas chicas monstruo que intentaron lastimarla, pero ella lograba escapar a duras penas de esos enfrentamientos, en muchas ocasiones usando su astucia para provocar conflictos entre ellas, sin embargo, más de una ocasión tuvo que usar la fuerza bruta, con la que apenas lograba hacer daño. Su objetivo principal era encontrar también alguna señal de humanos para Sonico, pero cuando también no encontró nada, comenzó a pensar que era una perdida de tiempo.

Creeperina terminaba dándose cuenta algo tarde la solución a su problema, una solución que tanto ella como Sonico sospechaban, pero el solo hecho de aplicarla era aterrador.

Deambular solos por allí sin alguna herramienta fuerte con la que defenderse los llevara de nuevo al agujero donde durmieron en varias ocasiones, Sonico no tiene una armadura, y tampoco Creeperina puede explotar.

Con solo una espada de piedra para defenderse, salir de la zona del bosque y seguir explorando, les causaba terror a los dos, aunque sobre todo al joven de cabello negro que muy frustrado con todas sus fuerzas intento conseguir algo de minerales útiles, pero el oscuro carbón era lo único a su alcance.

Sonico comenzaba a frustrarse mucho, pero no tenía tiempo ni siquiera para sentirse triste, pues rápidamente las chicas monstruos trataban de acabar con su vida, lo que obligaba en muchas ocasiones a Sonico a retirarse por la inmensa cantidad de enemigos.

Minecraft: Mob Talker Plus + (Vida con Mobs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora