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1991 - Callejón Diagón.

Aurora había crecido bastante, ahora tenía diez años y iba a ingresar a Hogwarts este año. Había visto como su hermana había estudiado, la había acompañado todos los años a la estación de tren con sus padres, siempre emocionada esperando que su carta llegara pronto para poder vivir todas las aventuras que Dora le hablaba en sus cartas o cuando volvía a casa, quería vivir la vida de estudiante en Hogwarts. ¡Este año era su momento!

Era un día soleado y su madre había decidido unos días antes que irían a comprar todo lo necesario para su estancia en el colegio. Había deseado que su hermana fuera con ella, pero al parecer estaba ocupada. Pero eso no impedía que ese día fuera emocionante para ella, al menos tendría a su mamá para ella sola. Andromeda Tonks era conocida por ser una madre bastante amorosa, siempre estaba atenta a sus dos hijas. Su primer objetivo era no ser igual que sus padres, no queria que vivieran en un ambiente hostal y frío como había vivido ella. Y para su gusto, lo estaba consiguiendo. Su hija mayor, Nymphadora, era un poco más distante con ella, pero eso en parte era debido a que ya había crecido y siempre buscaba una independencia de ella. Sin embargo, eso no quitaba que cuando necesitara una mano siempre fuera donde su madre. Por otra parte estaba Aurora, su hija menor. Ella era la más cariñosa de las dos, un niña con mucha imaginación, muy curiosa y la niña de sus ojos. El tiempo pasaba, por ahora seguía siendo su pequeña, pero sabía que era inevitable, que poco a poco se iría distanciando y buscando más independencia.

Habían ido a una tienda que vendían libros donde compraron sus libretas, su pluma, tinta para escribir, sus libros de clase y aprovechó para compararse algunos más que ella quería. Luego habían ido a la tienda de mascotas. Aurora había insestido, que deseaba llevarse uno a Hogwarts.
Su madre al principio no estaba segura, pero al final aceptó y acabó comprando una pequeña rata. A la pequeña desde niña le habían encantado los animales, en especial los insectos, pero esos no podía llevarlos como mascotas en un principio así que tenía que apañarse con la rata que había accedido comprarle ya que era "pequeña' y menos "peluda" que un gato.

Madre e hija iban en dirección a una de sus últimas tiendas, iban a medirle la túnica para clase y a comprarle alguna ropa nueva.

Aurora sonrió emocionada y ya iba a salir corriendo para recorrer la tienda mientras esperaba su turno cuando una mano firme en su hombro izquierdo se lo impedía. Levantó la vista en dirección a su progenitora, esta parecía mirar en silencio a alguien o algo, nunca la había visto de esa manera antes; su rostro fue en dirección a lo que estuviera viendo y pudo observar a una mujer con el pelo rubio que iba acompañada de un niño que parecía de su edad. La señora pareció notar las miradas de ambas y se acercó hasta donde estaban ellas, nunca había visto una cosa igual.

Aquella mujer parecía todo el ejemplo de elegancia, iba con la espalda recta y parecía mirar a todos por encima del hombro. Llevaba un vestido oscuro ese día que le quedaba precioso y resaltaba su físico de una manera bastante fina.

Cada vez que se acercaban sentía más fuerte el agarre de su madre. Su mano pasó del hombro al pecho atrayéndola más a ella.

- Andrómeda- dijo con un tono serio una vez se había parado a unos centímetros cerca de madre y hija.

- Narcissa- respondió.

- ¡Aurora! - dijó la pequeña Tonks con emoción.

Draco arqueó una ceja ante aquella escena mientras observaba a su prima. Narcissa en cambio miró a su hermana sin atender a aquello, su vista volvió a la niña y la miró en silencio un rato. Se parecía a Andromeda, era como una versión pequeña combinada con los rasgos de Cygnus, algo en ella se encogió, como si arrepentimento fuera lo que floreciera; rápidamente desvío sus ojos a su hermana mayor otra vez.

Entre esas mujeres se notaba una tensión que podía cortarse con un cuchillo. Era como si se tuvieran que decir tantas cosas, que hacer tantas cosas en tan poco tiempo y era todo un tanto incómodo el ambiente en su opinión. Lo que no sabían los dos niños pequeños, que aquellas dos hermanas querían abrazarse una a la otra, pero por las apariencias, no podían.
El día que la castaña fue exiliada, algo dentro de la rubia se rompió. Sintió que su casa, ya no era su casa. Faltaba ella, la única persona que la había cuidado, la que había ido con ella a comprar sus cosas para Hogwarts por primera vez, la que en los días que estaba enferma había estado al lado de su cama, aquella persona que siempre le había permitido llorar sin miedo a ser criticada.
Pero ahora se trataban como dos desconocidas.

- Así que al parecer tu hija empieza en Hogwarts este año, irá con mi Draco al parecer- la rubia posó su mano en el hombro de su hijo.

Aurora observó de cerca al niño. Parecía engreído, tenía un rostro de prepotente, aunque su padre siempre decía que no podías juzgar un libro por su portada.

- Soy Aurora Tonks, un gusto- dijo emocionada soltándose del agarre de su madre y extendiéndole la mano.

Draco miró aquel acto con una ceja arqueada y con un leve movimiento de repudio ante aquello al no darle la mano ni responderle. Esto hizo que Aurora ladeara la cabeza extrañada, ¿acaso era mudo?

Sus ojos viajaron a los de la rubia, no sabía si buscaba una señal de humanidad en esas personas o que le dijera algo al niño que parecía mostrar una actitud desagradable.
Algo en ella se sintio mal ante aquello.

La señora Tonks agarró la mano de su hija con delicadeza.

- Bueno, si no le importa a la señora Malfoy, mi hija y yo tenemos que seguir comprando sus cosas para la escuela, la verdad es que no deseo perder más tiempo. -

Madre y hija se alejaron de madre e hijo. Mientras tanto ella podía sentir una mirada penetrante en su espalda, pero decidió no hacerle caso y siguió andando.

Después de esa "reunión",ambas compraron la ropa necesaria para la pequeña. Cuando llegó el momento de seleccionar su varita, algo en ella saltaba de alegria.

Al principio le costó encontrarla, pero a la cuarta que había probado ahí estaba. Ese momento fue como sentir un pequeño remolino de calma y euforia en su interior. No podía esperar más por empezar en Hogwarts.

¡HOLA! Espero que os esté gustando la historia

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¡HOLA!
Espero que os esté gustando la historia. Tengo ganas ya de que veáis a Aurora en Hogwarts. 🫶

Primera revisión del capítulo: 6/04/2024

𝙏𝙝𝙚 𝙝𝙖𝙡𝙛 𝙗𝙡𝙤𝙤𝙙 𝙙𝙞𝙖𝙢𝙤𝙣𝙙 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora